Los últimos meses fueron demenciales en la vida de Ricardo Lombardi. Luego del parate por la pandemia, el entrenador tomó las riendas de Belgrano con el gran objetivo de devolver a los cordobeses a Primera División. Parecía relativamente viable, teniendo en cuenta que el Pirata tiene uno de los mejores equipos de la Primera Nacional, pero los problemas comenzaron cuando en Olavarría y Luna tuvo que cruzarse con el Barracas Central de Claudio Tapia. Caruso se fue expulsado, discutió con la terna arbitral y declaró con fuertemente, fiel a su estilo.
"Nosotros somos víctima de esta gente, somos rehenes del fútbol argentino. Esto es una risa. El árbitro dejó seguir el juego cuando me había expulsado. Vi en la cancha el gol en off-side. No se puede creer", explotó el Tano después del empate ante el Guapo. "Tapia dijo que nos iba a cocinar; estaba esperando este partido. Yo muero con la verdad y, si me tengo que alejar del fútbol, me alejaré", disparó previo a recibir la sanción de parte de la Asociación del Fútbol Argentino.
Hasta que, el 20 de diciembre, el técnico se levantó con una noticia que alimentó la bronca. "El entrenador fue suspendido provisionalmente y se resolverá, factiblemente, la próxima semana la cantidad de fechas que le aplicarán", puede leerse en el informe del Tribunal de Disciplina. Pero lo cierto es que, pasados ya 16 días, la sanción provisoria aún no fue resuelta y Caruso Lombardi decidió pasar a otro nivel de protesta.
El ex Racing, San Lorenzo, Tigre y San Martín de Tucumán, entre otros, le envió este martes una carta documento a la AFA. "Se ha procedido sistemáticamente a suspenderme en modo arbitrario e ilegal en modo provisorio para poder ejercer mi cargo de Director Técnico del Club Atlético Belgrano, impidiéndome trabajar desde el día 12/12/2020 en adelante", dice, entre otras cosas, el escrito firmado por Ricardo Caruso Lombardi. Además, hace un pedido explícito: "Solicito que se deje sin efecto la suspensión provisoria". Ahoa resta la respuesta de la Casa Madre.