Después de confirmar el lunes presentaría la renuncia y de dar una conferencia de prensa en la que anunció que no pensaba renunciar, el presidente de la Confederación Argentina de Básquet, Daniel Zanni, finalmente decidió pegar el portazo. Agotado por las críticas y las presiones, el santiagueño tomó la medida tras un par de llamados con peso político, que influyeron en una postura que, de por sí, ya era dubitativa.
Ahora resta ver cómo continuará esta historia. Si llegarán las renuncias masivas como pretenden los jugadores, si habrá intervención estatal o si se producirá una lenta transición, que es la tercera alternativa posible. De esta manera, se cierra un ciclo tormentoso para Zanni, que asumió luego de una polémica elección contra Ricardo Siri (ganó la votación 12 a 10) y rápidamente debió lidiar con deudas millonarias heredadas de la gestión anterior y exigencias de múltiples sectores para dar el paso al costado. Combatió hasta donde pudo, con relativo criterio, hasta este lunes, cuando brindó una conferencia como mínimo confusa en la que intentó subir la apuesta.