Aránzazu Osoro Ulrich, conocida como "La Vikinga", lleva ocho años destacando en el mundo del pádel en España, representando a Paraná con pasión y dedicación. A su regreso temporal a su ciudad natal, compartió con <b>Elonce</b> sus experiencias y reflexiones sobre su carrera deportiva.
"Vine a descansar un poco, intentar desconectar", comenzó Aránzazu, refiriéndose a su breve retorno a Paraná. A pesar de estar en la élite del pádel mundial, destacó las dificultades de disfrutar plenamente del momento durante los torneos: "Uno nunca espera estar al máximo nivel, lo soñé mucho, pero cuando estás ahí es difícil poder disfrutarlo. Se disfruta un poco cuando terminas el torneo, porque durante el torneo no lo disfrutas realmente".
A sus 19 años, Osoro Ulrich se trasladó a España con una meta clara: jugar al pádel. "Me fui a España con 19 años, y una meta clara. No fui a hacer amigos, fui a jugar al pádel, pero también conseguí muchas otras cosas. Ahora tengo una familia allá y amigos que considero muy cercanos", confesó.
Sobre la pasión por el pádel en España, comentó: "El pádel en España es el segundo deporte con más federados, se vive mucho. Hay comunidades con más o menos sangre, pero la gente lo sigue mucho".
Revelando algunos aspectos de su vida dentro de la cancha, Aránzazu compartió: "Cada jugadora tiene su estrategia, ser pasional es un método de descarga. Después de cada torneo me sale un herpes del estrés que se vive, no suelo estar nerviosa, pero el querer ganar te lleva a eso". Además, destacó la importancia del trabajo psicológico para manejar la no frustración.
En cuanto a su rendimiento actual, señaló: "Ahora mismo somos la pareja 5 del mundo, y en el ranking individual estoy 12". Asimismo, describió su dedicación diaria al pádel: "Le dedico todo el día, en pretemporada entrenamos doble turno de todo. Cuando estamos en torneo solo hacemos turno mañana y a la tarde, trabajo psicológico", señaló.
Osoro Ulrich agradeció la oportunidad de participar en torneos internacionales, recordando el extenso itinerario de competiciones en 2023 que incluyó lugares como España, Dubái, Abu Dabi, Qatar, Alemania, Chile y Argentina. "Soy una afortunada, estoy muy agradecida con la vida", expresó.
A pesar de su intención de descansar en Paraná, Aránzazu confesó: "Vengo acá a descansar, pero me invitan mucho a jugar al pádel. Vengo a desconectar". La Vikinga también reveló algunas supersticiones: "Soy muy cabulera: me siento lejos de la puerta, siempre entro última, siempre salgo primera, preparo la ropa el día antes, el color que me dio mala suerte no lo uso más".
Con tres paletas que cambia mensualmente y una evolución en su estilo de juego, destacando la volea de revés como su mejor golpe, Aránzazu Osoro Ulrich continúa dejando huella en el pádel mundial y llevando el nombre de Paraná a lo más alto en esta disciplina.
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