Pablo Pérez salió a aclarar lo que pasó en el entrenamiento de Boca , luego de que Gustavo Barros Schelotto, ayudante de Guillermo, decidiera echarlo de la práctica tras la patada que le pegó al juvenil Tomás Fernández.
"Fue una patada de viejo cascarrabias, el chico me encaró 50 veces y no lo podía parar. Me estaba volviendo loco", admitió Pérez, arrepentido.
"Me da bronca que pase esto porque yo soy uno de los que habla para que no sucedan este tipo de situaciones. Tendría que ser una semana tranquila y ahora se va a hablar de esto", agregó, en declaraciones con Fox Sports.
A su vez, el volante le quiso restar importancia a la polémica: "Esta patada es normal en un entrenamiento, yo me crié en Newell's con el Flaco Schiavi, que la patada más baja te la daba en la cintura. Con una amarilla se solucionaba, je".
"Estaba caliente, me bañé y me fui, pero mañana voy a hablar con Guillermo para cerrar el tema. Le voy a pedir disculpas al cuerpo técnico y a Tomás", remarcó. "Si el entrenador decide que no sea titular, lo voy a respetar y me tendré que matar para volver al equipo", cerró.