Racing (15 puntos) y Tigre (7) igualaron 3-3, en el Cilindro, en un partido cargado de emociones y que pudo ser para cualquiera. Lo mereció el local, por su búsqueda constante, pero el equipo de Troglio estuvo a dos minutos de llevarse la victoria.
El juego comenzó de la mejor manera para la Academia que, envalentonada por sus últimas victorias en fila, impuso condiciones y no tardó en abrir el marcador. El paraguayo Oscar Romero ganó una pelota que estaba perdida y definió con clase al primer palo de Javier García.
Sin embargo, la alegría le duró poco y cinco minutos más tarde, a los 20, ya estaba perdiendo 2-1. Primero Sebastián Rincón le ganó a Grimi y empató con remate alto y cruzado, y después Federico González aprovechó un infantil error de Saja, quien quiso gambetearlo y terminó haciendo el ridículo.
En desventaja la Academia fue a vender cara su derrota y generó al menos cinco chances muy netas para lograr la paridad antes del descanso. En la más clara el palo devolvió un remate de Bou, pero ni bien arrancó el complemento Luciano Aued lo empató con una bomba desde fuera del área.
Iban cinco minutos y se esperaban más emociones porque Racing es un equipo que siempre propone, que tiene mucho poder de fuego, pero que atrás está lejos de ofrecer garantías. A los 13, tras un córner a favor de los de Sava, Tigre sacó una réplica letal que terminó Rincón, para lograr su segundo gol en la tarde de Avellaneda.
Sobre el cierre y cuando el juego parecía sentenciado, Tito Noir resolvió con clase tras un pase magistral de Milito, para el empate final.