"Messi es de los que las mata callando. A Leo vienen picándole el orgullo desde hace meses y el argentino ha sabido esperar su momento para vengarse de quienes cuestionan su reinado", escribió Toni Juanmartí, redactor del diario catalán Sport, al tratar de explicar la celebración de Lionel Messi tras el 3-2 ante Real Madrid, en los últimos segundos del clásico español. Es "la foto de la camiseta de Messi". La imagen que recorre el mundo desde el momento en el que el crack rosarino le mostró la camiseta de Barcelona a todo el Bernabéu. La camiseta que silenció al gigante.
"Nada más marcar el 2-3, su gol 500, el azulgrana se quitó la camiseta y la mostró al Bernabéu, como queriendo emular aquella famosa frase de cuando todavía un niño: 'Hola, soy Leo Messi, recuerda mi nombre'. Pues bien, seguro que su nombre lo recordarán durante mucho tiempo en la casa blanca", añadió Juanmartí. Y esa conexión cumple ya 12 años: en 2005, Nike vio en Messi a una estrella en potencia y lanzó una publicidad que ya tiene mucho de profecía cumplida.
Por su parte, Luis Enrique vio en el festejo una relación entre Leo y los hinchas de Barcelona: "Messi es definitivo hasta cuando está en su casa cenando. Es el mejor jugador de la historia de todos los tiempos y he visto mucho fútbol y muchos vídeos. Él marca las diferencias, es un gran placer para todos los culés tenerlo identificado como un culé más".
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