"Empecé a los ocho años en el baby de Sudamérica en Avellaneda. Tenía todo al alcance: las drogas, las armas, veía muchas cosas. Tuve la oportunidad de robar, pero no lo hice", confesó Centu.
Y agregó: "Fue una infancia dura, me tocó perder a mi papá a los cinco años. Trabajaba en negro, en una fábrica de fuegos artificiales. Murió quemado. Mi mamá quedó sola con los tres hijos. El duelo fue muy duro para ella, pero mi abuela fue muy importante".
Por último, Centurión contó que en Buenos Aires se siente "como en la casa de Gran Hermano" porque todos lo filman para juzgarlo. "No puedo sentarme a comer en un restaurant. Todos están esperando que me equivoque o haga algo fuera de lo normal", sentenció.
<b>Su paso en Racing</b>
"He cometido errores profesionalmente con el técnico actual y quedé desafectado, me bajaron a Reserva. No estuve invitado a la fiesta, sí fui parte importante del campeonato, me siento así, estoy contento, pero no pude estar", lamentó.
Acerca de los abucheos que recibió de parte de la gente, admitió: "Me sentí dolido. Te lo puede decir cualquier entrenador que tuve, que cuando tengo que trabajar y entrenarme soy el primero en estar y hacerlo bien. En la vida privada he fallado muchas veces, pero creo que es parte del aprendizaje. Estoy arrepentido y pedí disculpas".