José Barreto no entró en la consideración de Walter Otta, el DT de Patronato, y debió buscar nuevos destinos. Rescindió con el club de Paraná y encaminó su llegada a Independiente Rivadavia de Mendoza, pero ya en tierras cuyanas, por la revisión médica no pudo cumplir con su arribo al "Azul".
En los controles previos, al "Mudo" le saltó que tiene un ductus arterioso persistente, una abertura entre los vasos sanguíneos y el corazón, desde su nacimiento, más allá de que no fue detectado en Patrón, ya que dicha rutina no se realiza.
Si bien el panorama en Mendoza fue oscuro para el delantero, tras una interconsulta en Buenos Aires se aclaró el panorama para el atacante de Villa Clara, que no corre peligro, no es grave, pero debe ser operado y tratado. En este sentido, se deberá alejar de la actividad hasta que se opere y lo que le demandará la recuperación, alrededor de entre cuatro y cinco meses.
En su Instagram, José comunicó y se desahogó, dejando en claro que no es lo esperado, pero por su salud deja la actividad. En una breve charla con Mirador Entre Ríos, Barreto aseguró: "Estoy tranquilo porque es por mi salud, pero quedé a la deriva. No sé qué haré en este tiempo", en relación a lo económico para costear la cirugía que aún no tiene fecha. "Ahora quedé a la deriva", confió.
Por ahora, volverá a Villaguay y la semana entrante iniciará tratamientos con el hermano de Juan Hermida, médico de cabecera del Rojinegro. <i>(Mirador Provincial)</i>