La muy mala experiencia de Jorge Sampaoli con Argentina en el Mundial de Rusia no es impedimento para que el hombre siga en el radar de algunos clubes y selecciones. Si bien su nombre ahora asomó desde un lugar periférico del mundo del fútbol, la cifra a la que podría acceder por este nuevo trabajo convencería a más de uno de hacer un viaje con destino a Asia.
La primera novedad fue que el italiano Marcelo Lippi, campeón con su selección en el Mundial de Alemania 2006 -última actuación rescatable de la Azzurra en Copas del Mundo, ya que fue eliminada en las primeras ronda en 2010 y 2014, y para la de 2018 ni siquiera se clasificó-, no renovaría su contrato como entrenador de China.
En enero del año próximo, luego de la Copa de China, Lippi dejará su cargo, por el que recibía un sueldo de 17 millones de dólares anuales.
A pesar de ser el país más poblado del mundo, con 1.386 millones de habitantes, y una de las grandes potencias económicas del planeta, China es un eterno aprendiz en el fútbol. También pese a la enorme inversión que se realizó últimamente desde el país, con la incorporación a la Superliga de grandes figuras como los brasileños Oscar, Paulinho y Hulk y los argentinos Carlos Tevez y Javier Mascherano.
Los dirigentes chinos no quieren fallar esta vez, y su aspiración es meter a la selección en Catar 2022, el segundo Mundial de la historia que se disputará en tierras asiáticas después de Japón-Corea del Sur 2002. Con ese gran objetivo en la mira, apuntan a Sampaoli como candidato.
El Zurdo de Casilda, actualmente sin trabajo, aspiraría a un contrato incluso superior al que percibe Lippi. Así, el nuevo desafío profesional llegaría de la mano de un ingreso difícil de igualar en otra parte del mundo, sobre todo luego del triste desempeño que tuvo su Argentina en Rusia 2018. El tiempo de revancha, así, podría llegar desde el otro lado del mundo.