Tucumán amaneció conmocionada con la noticia que tuvo como protagonista a Miguel Ángel Julio Rosette, un jugador que integró el plantel del Decano durante los últimos tres años, hasta que el club decidió rescindir su contrato hace dos semanas.
El colombiano fue hallado en su domicilio en un charco de sangre, producto de una puñalada en su cuello. Como el cuerpo del deportista se encontraba rodeado de estupefacientes y un morral con más de 50 mil pesos y 1.600 dólares, las versiones sobre el hecho son variadas.
Algunos análisis indican que el mediocampista se lastimó a sí mismo bajo los efectos de las drogas consumidas, pero hay otras que se remiten a un ajuste de cuentas, publicó <i>Infobae</i>.
Los detalles que brindó una fuente policial aclaran que Rosette "se encontraba en su dormitorio boca abajo, con heridas graves e inconsciente". Fue un amigo suyo quien dio la alerta a las autoridades locales, que tuvieron que ingresar al departamento por el balcón, luego de manifestar su preocupación por la falta de respuesta a sus llamados.
El jugador había llegado a Atlético Tucumán para conformar la campaña que logró el ascenso, donde consiguió consolidares en el primer equipo. En cambio, desde que el conjunto del norte se instaló en Primera, Rosette perdió lugar, fue marginado de la nómina para participar en la Copa Libertadores hasta que la institución lo desvinculó.