Gago, ausente el domingo ante Lanús por un estado febril, y Osvaldo, con una molestia en la planta del pie izquierdo que lo tuvo a maltraer la semana pasada pero no le impidió ser parte del triunfo sobre el Granate por 3-1 como visitante, estuvieron en el gimnasio pero no salieron al campo de juego.
De todas maneras, ambas situaciones no revisten gravedad, sino más bien precaución por parte del entrenador Rodolfo Arruabarrena, quien desea cuidarlos habida cuenta de que Boca tendrá dos semanas completas para entrenar con miras a su próximo compromiso.
En cuanto a la actividad, los que le ganaron a Lanús estuvieron más distendidos y luego de participar de la charla que abarcó a todo el plantel, hicieron tareas regenerativas, mientras que los demás se sumaron a un trabajo preparado por el profesor Gustavo Roberti, que consistió en fútbol en espacios reducidos divididos en dos grupos.
Por su parte, el cordobés Federico Bravo y el uruguayo Alexis Rolín, quienes el fin de semana pasado jugaron en la división Reserva que dirige el el Flaco Rolando Schiavi, se cuidaron ya que padecen molestias físicas, originadas en que se trata de dos jugadores con poca actividad en los últimos tiempos.
Sebastián Palacios, quien sufrió un desgarro en el partido que Boca le ganó a Defensa y Justicia, comenzó la última etapa de su recuperación y estará a disposición de Arruabarrena en una semana.
