"Consenso". Esa fue la palabra más repetida en la Casa Rosada desde que empezó a temblar el cargo de Marcelo Tinelli como presidente de la Liga Profesional de Fútbol. Al Gobierno le importa saber quién se hará cargo del cetro que dejará vacante el hombre de San Lorenzo pero todavía más que cuente con el apoyo de todos los sectores en disputa, incluso el propio. Y el elegido sería Víctor Blanco, pope de Racing Club.
Esta semana, la interna entre la AFA de Claudio Tapia y el sector "tinellista" de la LPF volvió a reavivarse con el intento de los clubes disidentes de adelantar los comicios del 31 de marzo, una medida que no prosperó pero que permitió descubrir que a esa fecha le faltaba un detalle reglamentario para que sea confirmada, algo que se resolverá el miércoles 23.
Pero detrás de esa cuestión de calendarios vinculada a los comicios, trascendieron los candidatos que impulsaban cada una de las facciones: el presidente de Argentinos Juniors, Cristian Malaspina, por el lado de la AFA, y Sergio Rapisarda, primer mandatario de Vélez Sarsfield, desde la Liga. Pero claro, a ambos les faltaba algo clave: "consenso".
Fue allí que apareció el nombre de Blanco, una figura que les cierra a todos, incluso al Gobierno. Es que el máximo dirigente racinguista se ganó un profundo respeto en las altas esferas de la política producto de su bajo perfil y sus éxitos como empresario, que se trasladaron al ambiente del fútbol, devolviéndole a Racing un orden del que carecía hace décadas.
En los últimos meses, el hilo que unía al Gobierno con Chiqui Tapia se fortaleció cuando una resolución de la IGJ diera como válida la elección que lo puso al frente de la AFA hasta 2025. Eso sirvió de impulso para poner en jaque el puesto de Tinelli, quien amagó una resistencia pero terminó aceptando su revés político. El candidato de Tapia era Malaspina, la voz que se encargó de plantear críticas a la gestión de Marcelo Hugo.
Sin embargo, la elección del presidente del Bicho, club cercano a los afectos de Alberto Fernández, hacía demasiado ruido en Balcarce 50: es por eso que la opción Blanco empezó a cobrar fuerza. Lo tuvo que aceptar Tapia, quien de a poco comenzó a ceder terreno en una disputa que sabía perdida.
Es un año intenso el que se viene para el fútbol argentino, con el horizonte marcado por el mundial de Qatar 2022 y muchos frentes abiertos para definir en la previa de la expedición a Medio Oriente. Por eso, el mensaje desde arriba es calmar la disputa dirigencial para no perder de vista el verdadero objetivo.
Descontado el apoyo del núcleo duro de la Liga Profesional, que busca hacerse fuerte con la salida de Tinelli, Blanco cuenta además con la venia de los otros grandes, algo que el conductor televisivo nunca pudo lograr: lo aceptan Boca, River, San Lorenzo y también Independiente, claro.
Hasta hace poco más de un año, Víctor Blanco era considerado uno de los mejores presidentes de la historia de Racing, y ese apoyo quedó reflejado en los comicios de diciembre de 2020, cuando fue reelecto como presidente hasta 2024 con el 70 por ciento de los votos, un cargo que ocupa desde septiembre de 2013.
Sin embargo, tras la salida de Diego Milito como mánager del club, el 2021 de la Academia a nivel deportivo fue de mal en peor, con finales perdidas, DTs que tuvieron que poner fin a sus ciclos de manera abrupta y un cuestionamiento de parte de los hinchas que desde hace rato no se oía en el Cilindro de Avellaneda.
"Los silbidos no suman para nada", planteó Blanco en una entrevista, tratando de calmar los ánimos y pidiendo paciencia con el equipo que armó Fernando Gago para la Copa de la Liga, competencia que el año pasado tuvo a la Academia como subcampeón.
Nacido en España y criado en la Argentina desde muy pequeño, Blanco siguió el mandato familiar y se dedicó de lleno a los negocios vinculados con la hotelería y la gastronomía. Como presidente de Racing conquistó los títulos de Primera División en 2014 y en la temporada 2018/2019, cuando se llevó además el Trofeo de Campeones. Tuvo varios cargos en la AFA, donde hoy es Secretario General, y en la LPF, que actualmente lo tiene integrando el Consejo Directivo.
Este miércoles, el Comité Ejecutivo de la LPF tiene programada una reunion para formalizar la fecha del 31 de marzo para los comicios que definan a su nuevo presidente pero todo apunta a que el elegido para suceder sea a Tinelli sea Víctor Blanco, el candidato del consenso. Y todos felices, al menos por ahora.
