Más allá de ser dos de los principales referentes del deporte argentino en los últimos años, Emanuel Ginóbili y Juan Martín del Potro comparten una muy buena relación fuera de sus respectivos ámbitos. El ahora ex escolta de San Antonio Spurs (se retiró en agosto pasado) y el tenista tandilense compartieron en vivo una extensa charla a través de la red social Instagram, en la que tocaron varios aspectos, desde cómo se desempeña Manu con la raqueta, a lo que siente Delpo cuando debe atravesar largas ausencias del circuito por lesión.
Aquí, los mejores momentos:
<b>El comienzo, con problemas tecnológicos</b>
-Juan Maartín Del Potro: Alguien ayuda cómo se puede poner Manu? Me dijo que estaba terminando de ver Jumanji con los hijos. Se caga de risa Manu. ¿Cómo nos conectamos? Se está riendo. Me está volviendo loco... A ver, ahí está!
-Emanuen Ginóbili: jajaja, no lo hice a propósito, me agarró un cargo de conciencia.
<b>La actualidad de Del Potro</b>
-JDP: Los médicos con optimistas y dicen que voy a estar bien, pero cuando el día a día la realidad no es como ellos lo planifican, vos sabés la cantidad que cosas que a uno se le cruzan por la cabeza. Así que me puse rutinas a la mañana, obligada, a la tarde, porque no puedo ni ir al supermercado porque volví de viaje y no tengo permitido eso tampoco. tengo que pasar esto tampoco, no voy a bajar los brazos cómo quiero volver a jugar, y quiero ver cómo jugás vos porque nos quedó pendiente ese partido del año pasado.
-JDP: Cuando estás lesionado es difícil. Lo primero que se te ocurre cuando parás es ¿qué bueno, voy a estar en casa'. Pero hay un margen de días, después no puedo ver los torneos por TV, necesito entrenarme, volver a mi rutina. Cuando tu rutina es hablar con el kinesiólogo, es bastante desesperante.
-JDP: Vos me has ayudado mucho en estos meses para recuperarme. Hemos hablado, me has recomendado médicos y tratamientos. Estoy muy agradecido, quiero que la gente lo sepa.
<b>La cuarentena</b>
-JDP: "Creo que, como estuvimos escuchando, tuvimos suerte de que (el coronavirus) haya llegado más tarde. Las medidas que se tomaron son las correctas. Yo duermo poco. Creo que vos también, me pasaron el dato. Viste que te mandan videos, memes. Uno me emocionó, era de un nene mandándole un audio a su abuelo, que le decía que lo extrañaba. El abuelo le contestaba que lo amaba y que había que tener paciencia. Cuanto antes ese niño pueda ver a su abuelo, será mejor. Pero es importante respetemos las normas. Yo quiero ir a Tandil a ver a mis viejos, la gente quiera hacer sus actividades y los doctores y enfermeros ir a descansar, porque están poniendo en riesgo su vida".
<b>El revés de Manu</b>
-EG: tengo revés a una mano. De a poquito me sale, antes metía uno de 20, ahora cinco de 20. Tengo un profe que también es compañero, me da tips aquí y allá, y peloteamos, después tengo un asistente de mi equipo y un ex compañero para pelotear. Pero no tengo ambición de dominar el deporte.
<b>La revelación sobre Manu</b>
-JDP: Hablé con un amigo en común, y me dice que hay algo que te cuesta mucho, que parece increíble en alguien como vos, pero ¿es cierto que no sabés andar en bicicleta?
-EG: Es que no sabía, nunca me dieron una bicicleta, nunca la tuve. Yo soy el tercero de mi familia, nunca me dieron cinco de pelota, pasé de largo. Y cuando tuve la bici, no me iba a poner con las rueditas a los 10, 12 años. Cuando me retiré, que ya tenía hijos de 8 años, me dije 'no me puedo perder eso', y me puse a andar a bicicleta a los 40; eso sí, sin rueditas. Anduve durante un año, dos o tres veces por semana. No es fácil eh, que te subís a una bicicleta y andás, no es así. Y antes no podía. Mirá si hace 5 años me cagaba de un golpe haciendo bicicleta, era imposible.
<b>El retiro de Manu</b>
-JDP: ¿desde qué fecha empezaste a pensar en que no te importaba nada más (del básquet)?
-EG: Bueno, en mis primeros 13 años como profesional, en todos tenía chance de ser campeón, entonces tenía un deseo muy fuerte de no quedar eliminados, por ahí lo quería extender por llegar hasta el final, no tuve la desesperación de que terminara todo, porque siempre había algo más. Pero sí hubo un par de veces que terminé muy quemado. Yo exprimí y exprimí, es algo que venía considerándolo durante dos o tres temporadas, y tomé el último año de extra, diciendo 'ya di todo, vengo a disfrutar todo lo que pasa y a jugar tranqui', la prioridad era mi familia, disfruté mucho el día a día, algo que era impensado cinco años atrás, pero sabía que estaba listo. En tu caso, por haberte perdido tanto tiempo por lesiones, es distinto.
<b>El día que todo cambió para Del Potro</b>
-JDP: Cuando volví a jugar en 2016 jugaba slice y no podía pegar el revés a dos manos. Me molestaba porque me hacían correr. Tuve un antes y un después en los Juegos de Río. El partido con Djokovic [al que le ganó en primera rueda] cambió mi situación. Pude despegar y me reacomodé con lo que tenía. Hasta ese momento para mí era frustrante no jugar como jugué toda mi carrera, perdía con tipos con los que antes no perdía. Y bueno, estaba caminando por la villa olímpica cuando hacen el sorteo. Nadie se me asomaba a decir con quién jugaba. Tenían pánico a decirme que jugaba con Nole. Hasta que se acerca uno de los coordinadores y empieza: 'vos jugás con tal, vos con el otro. Y cuando llega a mí, me dice: tranquilo, que vas a andar bien'. Ahí ni tuve que preguntar con quién me había tocado. Automáticamente salí. ¿Viste que teníamos el patio de comidas? Bueno, fui con otros dos y comí papas fritas, hamburguesas, de todo. Me saqué la presión y la bronca haciendo eso. Cuando jugué, fue uno de los mejores partidos de mi carrera, en lo tenístico y también en lo emocional. Lo disfruté, fue espectacular".
<b>Los cuidados personales</b>
-JDP: ¿Seguís cuidándote con la comida?
-EG: Sí, pero no tanto como antes. Los últimos 5 años de mi carrera fui muy estricto, ahora me doy más permitidos. Cuando mis compañeros empezaron a entrenar el día del retiro, yo me agarré un cafecito, un chocolate 70 por ciento cacao, jaja. En la Argentina me parece muy difícil cuidarse. La merienda es lo más difícil para un atleta, entre alfajorcito, medialunas, tortita negra, es imposible cuidarse con la comida. Acá -en Estados Unidos- es distinto, a las 7 de la tarde ya comemos la cena.
-JDP: Ja, acá en cuarentena cada vez que pasamos por la comida manoteamos algo. El mate nuestro, terrible. La charla era para distraer un poco a la gente, divertirlos un rato. Tenés que ver otra película ahora, ja.
-EG: Ya vimos Jumanji 2. Ahora volvimos a la normalidad. Tengo un patio, pero hace frío y está lloviendo, así que los nenes te pican la pelota al lado. pero yo no me puedo quejar. Se viene una época de muchas dificultades, mucha gente que va a estar sin trabajo, otros no van a poder ir a trabajar, vienen momentos difíciles y hay que pasarlo, sea un mes o dos estar guardados y hacer un esfuerzo, cuidarnos, porque uno pega picos anímicos y hay que estar cerca emocionalmente de la gente que te quiere.
<b>La despedida</b>
-EG: Abrazo grande, Delpo. Si estás bien, y te toca volver, y estás en condiciones, genial, si no, hiciste un montón más que los 200 millones de tipos que querrían estar en tu lugar. Así que quedate tranquilo y sacate esa presión.
-JDP: De última, tengo laburo como coach con vos.
-EG: Ja, dale, te contrato. ¡Necesito mejorar!