Las declaraciones de Lionel Messi recorrieron el mundo. El simple hecho de no imaginarlo con la 10 de la Selección en un futuro cercano no entra en la cabeza de nadie, incluso en la de uno que se la adueñó por muchos años y, hasta podría decirse, para la eternidad: Diego Maradona.
"Quiero hablar con Messi para luchar contra todos los que lo dejaron solo, del primero al último dirigente, de Segura hasta Verón, el que sea", disparó el Diez, quien desconfía de todos y hasta descree que las palabras de Leo hayan sido por motu proprio. "Le hacen poner la cara para tapar todos los desastres que hicieron en AFA y que hoy estemos hablando de él y no de ellos. No le creo a nadie, tengo la sensación de que lo mandaron", sentenció.
Respecto a la final perdida con Chile, Maradona evaluó que "con todo respeto, ellos no eran Holanda del 74", pero más tarde prosiguió con la defensa para su mesías: "Tiene que seguir, tiene cuerda para rato y va a llegar a Rusia en condiciones de ser campeón del mundo".
El Diego reveló haber tenido charlas con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, para oficiar como una suerte e veedor dirigencial en la AFA. Fue contundente al respecto: "Ninguno de los que apoyó a Grondona hasta el último día. Es la bomba de tiempo que les dejó activada y ahora les explotó en las manos". Y defenestró a Damián Dupuillet, alineado al grondonismo que sonó para reemplazar a Segura: "No puede estar un día ni 15 minutos".
Por último, cargó contra los dirigentes que compartieron un cónclave en una propiedad de Alejandro Nadur (presidente de Huracán) para vislumbrar el panorama de la AFA: "Se reunieron en una concesionaria de autos y en menos de lo que duró la misa que hice por mi vieja y mi viejo resolvieron el futuro del fútbol argentino? Pero, ¡por favor!". Y concluyó: "Tocamos fondo".