Uno de los grandes interrogantes en la previa del Superclásico era si sería el último de Andrés D'Alessandro con la camiseta de River. Y el propio Cabezón parece haberlo confirmado, en el instante que dejó la cancha, sobre el cuarto de hora del complemento. Ni bien vio que salía, levantó las manos para aplaudir a los hinchas que lo bañaban en aplausos. Calientes por el tiempo que se tomó, desde el banco de Boca le reclamaron y el 22 contestó: "Es mi último partido". Aún queda la definición de la Copa Argentina, este jueves contra Central, y el cierre del torneo de visitante contra Olimpo, pero su préstamo vence a fin de año y todo indica que no volverá a jugar en el Monumental.
Aunque arrancó algo errático, mientras estuvo en la cancha, D'Alessandro fue el mejor de su equipo. Gallardo lo puso a jugar como enganche clásico y el Cabezón marcó la diferencia, siempre con un pase claro, aguantando la pelota y manejando la distribución del juego. En el 1-1 de Driussi tuvo participación activa llegando hasta la línea de fondo. Salió emocionado, con lágrimas en los ojos mientras se sentaba en el banco. Mientras tanto, en Brasil, el Inter de Porto Alegre descendía por primera vez en su historia. ¿Ahí está tu futuro, Andrés?