Guaraní fue contundente en el segundo tiempo y goleó 4 a 1 a Tigre, que sin puntos en tres partidos parece sentenciado en la Copa Libertadores. El Matador lo había hecho bien en el primer tiempo.
El conjunto de Pipo Gorosito abrió la cuenta a los nueve minutos cuando Pablo Magnín recibió un pase atrás de Sebastián Prieto y metió un zurdazo al ángulo.
Más tarde, a los 26, otro argentino, Bautista Merlini, se anotó en la red para el local, con un sablazo tras un rechazo. Era un 1-1 quizás exagerado para lo demostrado por los de Gustavo Costas.
En lo que siguió hasta el descanso, incluso el Matador estuvo más cerca, obligando al esfuerzo a Gaspar Servio ante David Gallardo y una irrupción de Magnín.
En el complemento, mediante los cambios, los de Costas empezaron a torcer la historia. El ingreso de Cecilio Domínguez, en su debut en el equipo, forzó un penal polémico de Facundo Monteseirín que el mismo ex Independiente cambió por gol a los 16.
El elenco argentino dio una muestra más de reacción, con un remate de Juan Cavallaro que volvió a hacer clave el rol de Servio, y en el cierre se le soltó la cadena al local con dos ingresados. Primero, a los 38, Edgar Benítez, que apareció por la izquierda y definió cruzado.
Por último, Ángel Benítez a los 45, tocando por el centro un pase desde la izquierda. Y no hubo tiempo para más.
Tigre quedó así más complicado para su futuro en el Grupo B, que cierra sin unidades a falta de tres fechas. Su verdugo de hoy se posicionó, con seis, como escolta del líder Palmeiras.