Los Juegos de Río, los primeros en realizarse en tierra sudamericana, se extenderán hasta el domingo 21 de agosto, lapso en el que más de 10.500 atletas de 206 naciones competirán en 28 deportes, entre ellos estrellas de la magnitud del jamaiquino Usain Bolt, el serbio Novak Djokovic, el español Rafael Nadal y el estadounidense Michael Phelps.
Entre ellos, también, 213 ilusiones argentinas que tienen a Las Leonas, la Generacíón Dorada del básquetbol, el seleccionado de fútbol, el equipo masculino de vóleibol, la judoca Paula Pareto y el tenista Juan Martín Del Potro como principales atractivos. El número actual de la delegación "albiceleste" equiparó el récord de presencia de la edición Londres 1948.
Las competencias se llevarán a cabo en 33 estadios de cuatro zonas de esta gigantesca ciudad: Copacabana, Barra de Tijuca, Deodoro y Maracaná. Además, el fútbol se jugará en San Pablo, Belo Horizonte, Salvador de Bahía, Brasília y Manaos.
Todavía no está definido quién será el encargado del ritual de encender el pebetero con la llama olímpica, ya que fue invitado a hacerlo el ex astro del fútbol Pelé, pero no lo confirmó porque debe resolver un tema comercial.
Suenan para reemplazarlo figuras del deporte ya retiradas como el tenista Gustavo Kuerten, el basquetbolista Oscar Schmidt, el maratonista Venderlei Cordeiro y el velista Robert Scheidt.
Lo que sí está confirmado es que Luis Scola será el aband erado de la Argentina, Rafael Nadal el de España, Andy Murray el de Gran Bretaña y Michael Phelps el de Estados Unidos.
La llama olímpica llegó ayer a Río de Janeiro, tras tres meses de ser paseada por todo el país, y es exhibida por la ciudad por deportistas y personalidades como Cafú, Carlos Alberto Parreira, Roberto Zagallo y el ex velerista Torben Grael, el máximo ganador de medallas doradas del olimpismo brasileño.
A la ceremonia de inauguración asistirán alrededor de 50 jefes de Estado, entre ellos el presidente de la Argentina Mauricio Macri, una cifra inferior al casi centenar que acudió a Beijing 2008 y Londres 2012.
No concurrirán el presidente de Estados Unidos, Barack Obama; el presidente de Rusia, Vladímir Putin; el presidente de China, Xi Jinping, y la canciller alemana Angela Merkel.
La fiesta de la inauguración es una incógnita, como es habitual en los Juegos Olímpicos, y lo único que trascendió es que para que el presidente interino de Brasil, Michel Temer, no escuche un posible abucheo, se utilizará un "sistema anti silbidos", consistente en apelar a efectos de sonido cuando pronuncie el discurso de apertura.
Una precaución, teniendo en cuenta además que la presidenta en receso de sus funciones, Dilma, que no estará en la ceremonia al igual que el ex presidente Lula, convocó a una jornada de protesta.
Lo deportivo no es el único foco que se posa sobre los Juegos y la crisis política brasileña se suma a temas como la seguridad ante posibles ataques terroristas, los casos de dopaje en deportistas rusos, la supuesta epidemia del virus del Zika o la contaminación en las aguas de la bahía de Guanabara, que terminaron compartiendo titulares con los atletas en los medios periodísticos de todo el mundo.
De hecho, varios tenistas del top ten no vinieron por el tema del Zika y el dispositivo de seguridad contempla la presencia en la ciudad de 76.000 policías y 22.000 soldados.
Pese a que los medios de comunicación locales le dan una gran difusión a los Juegos, en la cotidianidad de la sociedad brasileña no se percibe un clima en esa sintonía, pues los ciudadanos locales están más preocupados por la situación política y económica de su país que por las hazañas de las figuras del deporte.
La organización de Río 2016 está puesta bajo la lupa por el Comité Olímpico Internacional (COI), ya que la mayor parte de sus miembros se jugaron una gran carta al votarla por sobre Chicago, Madrid y Tokio, lo que no agradó a los Comités de los países de mayor peso deportivo. Un alerta para Buenos Aires, que organizará los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2018.
En Río 2016 participarán por primera vez deportistas de Kosovo y Sudán del Sur, y a su término de desarrollarán los Juegos Paralímpicos, entre el 7 y el 18 de septiembre, en los que Argentina concurrirá con alrededor de 70 deportistas.