A poco más de tres meses de la tragedia que enlutó al mundo del fútbol, Chapecoense se apresta a regresar a la escena internacional. El club catarinense debutará este martes en la Copa Libertadores de América , su primera competencia oficial fuera de las fronteras brasileñas después de la tragedia aérea del 28 de noviembre del año pasado, cuando el avión chárter que trasladaba al equipo brasileño rumbo a la final de la Copa Sudamericana, se estrelló en una zona montañosa próxima a Medellín.
El regreso de Chapecoense, consagrado campeón de la Copa Sudamericana a pedido de Atlético Nacional, su rival en aquella final que nunca se disputó, será frente a Zulia, en el estadio Pachencho Romero de Maracaibo (noroeste). Dos de los integrantes del plantel del año pasado forman parte de la expedición de los brasileños a Venezuela: Moisés Ribeiro y Nenén, que no integraban entonces la lista de viajeros.
Por lo pronto, el plantel de Chapecoense participó en la noche del sábado de un encuentro amistoso en el estadio Nacional de Lima frente a Sport Boys, con victoria por 2-1 para el equipo incaico. Junto con el plantel brasileño también viajó Alan Ruschel, uno de los sobrevivientes de la tragedia, que ya comenzó los trabajos de recuperación. Otro que está en rehabilitación es el arquero Jakson Follmann, que perdió la pierna derecha en aquel accidente. Se prevé que Ruschel, que sufrió lesiones en la columna, podría volver a jugar en mayo.
"Voy a seguir entrenándome con el equipo y esperando el día de mi regreso a las canchas. He aprendido a celebrar más la vida y a abrazar a los que más quiero. Dios me dio una segunda oportunidad en la vida y estoy muy agradecido", dijo Ruschel, que ya realiza trabajos con balón.
Decidido a rendir de la mejor manera en la Libertadores, el entrenador Vagner Mancini reservó a los titulares para el viaje y dispuso una formación alternativa en el cotejo que este sábado venció por 2-0 a Criciuma en el Arena Condá, por el Campeonato Catarinense.
<blockquote class="twitter-tweet" data-lang="es"><p lang="es" dir="ltr">Chapecoense posa en un avión por primera vez tras la tragedia hace tres meses. Ahora viajan a Venezuela para jugar ante Zulia en Maracaibo. <a href="https://t.co/lAeg6RE1bs">pic.twitter.com/lAeg6RE1bs</a></p>— Alfredo Flores (@AlfredoFM77) <a href="https://twitter.com/AlfredoFM77/status/838373374208307205">5 de marzo de 2017</a></blockquote>
<script async src="//platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
El amistoso entre Sport Boys y Chapecoense se disputó con una hora y media de retraso, y estuvo a punto de cancelarse por disturbios previos. La 'Noche Rosada', tal como se denominó el cotejo por el color de la camiseta del popular club peruano, congregó a más de 30.000 espectadores para la presentación oficial de su equipo, pero la policía consideró que no había garantías de seguridad, después de que un grupo de barra bravas incendió una motocicleta en las afueras del estadio Nacional. Los incidentes se agravaron cuando varios hinchas encendieron bengalas en la tribuna y la policía se retiró del estadio. Finalmente, la firma de un acta en la que los dirigentes de Sport Boys se comprometieron a evitar incidentes, permitió que se jugara el encuentro.
Después del cotejo en Mracaibo, Chapecoense regresará a Brasil; en Chapecó, también por la Libertadores, recibirá el 16 de marzo a Lanús, por el Grupo 7 del torneo continental.