Boca se despachó esta noche con un 5-0 sobre River en Mendoza, por el último Superclásico del pretemporada, y redondeó levantando la Copa Luis Nofal una semana perfecta, que había iniciado el pasado sábado en Mar del Plata con el primer clásico y seguido el miércoles con el ingreso a la fase de grupos de la Copa Libertadores.
En el inicio avisó el conjunto de Marcelo Gallardo, a través de Jonatan Maidana (se topó con Guillermo Sara) y Ramiro Funes Mori (sin puntería). Pero después se aproximaron los de Rodolfo Arruabarrena con un cabezazo de Marco Torsiglieri, y a los 14 Franco Cristaldo quedó solo ante Marcelo Barovero gracias a un resbalón de Maidana y le rompió el arco con un tiro alto. Otra vez el pibe era el verdugo.
Esa imagen del mano a mano con Barovero ante las fallas defensivas se repetiría otras dos veces con idénticos resultados. A los 21, fue Andrés Chávez el que habilitó hacia la derecha a Sebastián Palacios, quien no perdonó. Como contrapartida, Sara frustró a Funes Mori, pero a los 30 Chávez, solo por la izquierda, anotó el tercero. Fiesta inesperada para el Xeneize.
Como si fuera poco, a los 38 Camilo Mayada, quien finalmente había ocupado el lugar de Carlos Sánchez, vio su segunda amonestación y dejó a los de Núñez con diez hombres y más desconcertados que nunca.
A los 11 del complemento uno de los tres ingresados del Muñeco, el mismo Sánchez, habló de más y también recibió la roja. Pero sólo Pablo Pérez le dio trabajo a Barovero antes de los 28, cuando Teófilo Gutiérrez también se fue por acumulación de amarillas.
Recién a los 36 Boca decidió ir por más: el ingresado Jonathan Calleri definió por la izquierda bombeado al segundo palo. Y a los 39 otro relevo, Rodrigo Bentancur, cabeceó a la izquierda de Barovero para el quinto. El uruguayo, poco después, se perdió el sexto.
Con una cuenta abultada y dejando a un River lleno de dudas, Boca se retiró del verano coronando con euforia sus siete días perfectos.