La tan esperada Finalissima entre la Argentina, campeón de América, e Italia, campeón de Europa, tuvo su primera emoción a los 27 minutos. Fue entonces cuando Lionel Messi desbordó por la izquierda, ingresó al área, cuidó el balón con su cuerpo y envió el centro rasante para que Lautaro Martínez la empuje al fondo de la red, sin resistencia.
Es un partido parejo, intenso y muy entretenido en Wembley. Con acciones de peligro cerca de las áreas, aunque la primera realmente clara fue la que terminó en el 1 a 0 argentino.
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Sobre el final del primer tiempo llegó la genialidad de Ángel Di María. El rosarino picó a toda velocidad para ir en busca del pase perfecto de Lautaro Martínez, que recibió de DIbu Martínez y realizó una gran corrida desde el mediocampo.
Fideo definió con suavidad y una enorme categoría sobre la salida de Donnarumma.
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El 2 a 0 le da a la Argentina una ventaja sobre Italia, durante un partido que, al menos en el primer tiempo, fue intenso y muy bueno. El campeón de América tuvo las mejores oportunidades y no falló, frente a un monarca de Europa que comenzó bien y se fue desdibujando.
Sobre la hora, Paulo Dybala selló el resultado con un zurdazo cruzado.
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