Durante el fin de semana, las parroquias de la ciudad volvieron a recibir la presencia de fieles en sus misas, aunque con un estricto protocolo y una concurrencia sensiblemente menor a las habituales, dado que se autoriza solamente un máximo de 10 personas por cada celebración.
Si bien la habilitación para la realización de las misas presenciales estaba en vigencia desde el pasado lunes, este fin de semana todos los tempos de la ciudad tuvieron una concurrencia que llegó al máximo permitido, situación que se había apreciado también durante la semana.
Una de las particularidades de la vuelta de las misas presenciales, es que todas las parroquias y comunidades de la ciudad comunicaron a sus fieles que debían realizar una suerte de inscripción previa para poder concurrir a las misas.
"Cada comunidad parroquial informó a través de sus redes sociales sobre la forma de inscribirse previamente para no superar el máximo de personas permitidas en cada celebración", indicó a <i>ElDía</i> el obispo Héctor Zordán.
Por otra parte, en algunas parroquias se modificaron los horarios en relación a los que habitualmente se celebra la misa y en otras comunidades, se celebró misa presencial en un horario y se mantuvo la celebración a través de las redes sociales como ocurrió desde el comienzo de la pandemia.
En el ingreso de cada templo se colocaron carteles donde se indicaba la capacidad máxima de 10 personas por celebración y un máximo de dos personas por banco. Además, quienes concurrieron a las celebraciones lo hicieron portando tapabocas y con alcohol el gel, respetando el pedido que se hizo en cada comunidad. Fuente: (ElDía).-