Una situación escandalosa se vivió en el fútbol de Turquía. El ministro de Interior anunció que doce personas fueron detenidas por un violento ataque de los hinchas de Trabzonspor a los jugadores de Fenerbahce, que se produjo el domingo, tras el partido de la fecha 30 de la Superliga de ese país.
"Doce personas identificadas por su participación en los incidentes ocurridos tras el partido Trabzonspor-Fenerbahce fueron detenidas", indicó Ali Yerlikaya en la red X. Un numeroso grupo de aficionados invadió el terreno de juego del estadio de Trabzonspor tras el final del partido. Enojados por la derrota por 3 a 2 ingresaron al campo mientras los jugadores rivales celebraban el triunfo.
Un gran número de aficionados amenazaron y atacaron a los futbolistas y cuerpo técnico del equipo de Estambul. Los jugadores se defendieron con piñas, empujones y patadas en una primera instancia, y eso derivó en una batalla campal de la que fueron rescatados por las fuerzas de seguridad, que los acompañaron a los vestuarios.
El arquero de Fenerbahce, el croata Dominik Livakovic, fue uno de los que peor la pasó, debido a que recibió una trompada en la cara. En otro video se observó al jugador belga Michy Batshuayi dando una patada a un fanático que corría por el césped, y al nigeriano Bright Osayi-Samuel propinando un puñetazo a otro hincha.
<blockquote class="twitter-tweet" data-media-max-width="560"><p lang="es" dir="ltr">NUEVO ESCÁNDALO EN EL FÚTBOL DE TURQUÍA: los jugadores de Fenerbahçe festejaban la victoria de visitante, los hinchas del Trabzonspor no aguantaron la imagen y se metieron al campo de juego para golpearlos. <br><br>? <a href="https://twitter.com/61saat?ref_src=twsrc%5Etfw">@61saat</a> <a href="https://t.co/HJajuH36g4">pic.twitter.com/HJajuH36g4</a></p>— SportsCenter (@SC_ESPN) <a href="https://twitter.com/SC_ESPN/status/1769461895398817865?ref_src=twsrc%5Etfw">March 17, 2024</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
Ya durante el partido se habían registrado situaciones de tensión entre los dos equipos y el árbitro, Halil Umut Meler, había interrumpido el juego varias veces porque los hinchas de Trabzonspor lanzaban bengalas, petardos y vasos de agua al campo. Los jugadores del Fenerbahce tuvieron que esperar casi tres horas dentro del estadio antes de poder retirarse, el tiempo que necesitó la policía para asegurar las salidas rumbo al aeropuerto de la ciudad. El secretario general del Fenerbahce, Burak Kizilhan, hizo un llamado a la calma a los seguidores del club, con la intención de no aumentar la espiral de violencia en un campeonato salpicado por episodios similares.
En cuanto al fútbol, Fenerbahce, actualmente segundo de la Superliga turca con 79 puntos, registra una extraordinaria racha de victorias este año, con cinco triunfos seguidos, incluido el de este domingo, que lo aleja 30 puntos de Trabzonspor, que tiene 48 y se ubica en la tercera posición. Por su parte, el único líder es Galatasaray. El equipo de Mauro Icardi tiene 81 puntos, a ocho fechas del final del campeonato.
Este lunes, el presidente de la FIFA Gianni Infantino condenó los hechos a través de un mensaje en Instagram: "Violencia absolutamente inaceptable que no tiene cabida en nuestro deporte, ni dentro ni fuera del terreno de juego". Además, agregó: "Todos los futbolistas deben poder practicar este deporte en seguridad en todos los sitios del mundo", indicó Infantino, llamando "a las autoridades competentes a velar para que esto sea respetado a todos los niveles y que los autores de los actos de Trabzon sean castigados".
Además de los hinchas que invadieron el campo de juego, otras cinco personas que lanzaron llamados a la violencia a través de las redes sociales también fueron detenidos, informó el ministro. La Federación Turca de Fútbol (TFF) condenó los actos "inaceptables" y prometió "las sanciones penales necesarias que se impondrán a los responsables de estos incidentes".
<blockquote class="twitter-tweet" data-media-max-width="560"><p lang="es" dir="ltr">¡ERA EL KO DEL AÑO! Insólito: hinchas del Trabzonspor invadieron el campo de juego para correr y golpear a los jugadores de Fenerbahçe en Turquía. ¿Qué hizo Michy Batshuayi para defenderse? ¡TIRÓ UNA PATADA GIRATORIA! <a href="https://t.co/hfEYXESDYz">pic.twitter.com/hfEYXESDYz</a></p>— SportsCenter (@SC_ESPN) <a href="https://twitter.com/SC_ESPN/status/1769466913845809300?ref_src=twsrc%5Etfw">March 17, 2024</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
Lo ocurrido el domingo por la noche en la ciudad de Trabzon es el último capítulo de una larga lista de incidentes violentos que afectan al fútbol turco desde hace años. El campeonato turco ya fue suspendido durante una semana en diciembre pasado, luego de la agresión a un árbitro por parte del presidente del club de MKE Ankaragucu al final de un partido de la primera división.
En aquella oportunidad, Faruk Koca, máximo dirigente del club de la ciudad de Ankara se dirigió corriendo adonde estaba el juez y le pegó una trompada en la cara derribándolo al piso. A partir de allí se armó un tumulto en el que pudieron separar a Koca y proteger al árbitro que pudo levantarse tras recibir el golpe.
En la última década, varios desplazamientos del Fenerbahce a Trebisonda se habían visto marcados por la violencia. En abril de 2016, un partido entre los dos equipos en la Superliga turca fue interrumpido en el minuto 88 por la agresión brutal sufrida por un árbitro asistente a manos de un hincha del club del mar Negro, que perdía por 4-0. Un año antes, el micro de los jugadores del club de Estambul fue objeto de disparos cuando atravesaba la región de Trebisonda, en un episodio en el que el conductor fue herido de gravedad.
En 2014, un partido entre ambos equipos tuvo que ser detenido después de que los seguidores del Trabzonspor lanzaron objetos contundentes. El club del mar Negro, que ganó el campeonato turco por última vez en 2022, se vio bajo el foco de la polémica a finales de 2015. El entonces presidente del club, furioso por un penal no concedido, hizo encerrar a los árbitros en su vestuario durante cuatro horas. El incidente sólo llegó a su fin tras una llamada del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al dirigente enfurecido.