Cada verano, muchas familias argentinas eligen el sur de Brasil atraídos por sus playas hermosas y cálidas aguas. Y no son pocas las que deciden organizar esas vacaciones “por la propia”, vale decir, viajando en su auto particular y alquilando un alojamiento a través de alguna plataforma.
Para esta próxima temporada una familia de cuatro personas (matrimonio y dos hijos pequeños) necesitará alrededor de $ 2,4 millones para concretar ese plan, considerando el gasto en combustible, 10 días alojamiento y comidas, e incluyendo el costo de algunas actividades recreativas, según cálculos realizados por La Voz.
Aunque parece un presupuesto elevado, lo cierto es que estará en línea con lo que demandará tomar la misma cantidad de días de vacaciones en un centro turístico nacional.
La marcada baja del dólar en nuestro país y la devaluación del real en los últimos meses están contribuyendo a “abaratar” los destinos extranjeros para los turistas argentinos.
Por ello, y a pesar de la crisis económica, se espera que en enero y febrero próximos miles de argentinos crucen la frontera en auto y disfruten sus vacaciones en Brasil.
Vacaciones en Brasil: el viaje
Entre Paraná y Florianópolis o Camboriu (las dos playas preferidas por los cordobeses en el sur brasileño) hay casi 1.600 kilómetros. El viaje requiere al menos dos días, con una parada intermedia para dormir y descansar.
Ida y vuelta, con algunos kilómetros de paseo en el lugar, demandan unos 350 litros de combustible, que entre las cargas en Argentina y en Brasil tendrán un costo de casi $ 400 mil, a los que se suman otros $ 20 mil para peajes.
Para tener en cuenta: el litro de combustible pasando la frontera está entre 5 y 6 reales, unos 1.200 a 1.300 pesos argentinos, apenas por arriba de lo que cuesta en Argentina.
A eso, hay que agregar las dos noches de hotel (una a la ida y otra al regreso) en una ciudad intermedia como Paso de los Libres o Sao Gabriel, que agregan unos $ 180 mil más al viaje, incluyendo las comidas en distintas paradas.
De esta manera, el costo global del viaje, si no sucede algún contratiempo que demande una erogación extra, ronda los $ 600 mil.
El trayecto más usual es desde Paraná; hacia la ruta 127, siguiendo por ruta 14, hasta Paso de los Libres. Tras cruzar la frontera, se toma la BR 290, pasando por Alegrete y Porto Alegre, hasta encontrar la BR101 que por la costa llega a Florianópolis o Camboriu.
En ese último tramo también hay balnearios de interés, como Torres, Laguna, Garopaba, Bombas y Bombinhas, entre otras.
El alojamiento
Para alojarse en destino hay varias alternativas. La más costosa es acudir a un hotel, con tarifas muy variadas según la categoría y ubicación.
Una opción más económica es el alquiler de una casa o un departamento a través de una plataforma de alojamiento, tipo Booking o Airbnb, que desde hace ya algunos años casi han reemplazado a las inmobiliarias locales para los turistas argentinos.
El alquiler de una casa o departamento para cuatro personas en los destinos mencionados ronda entre 70 y 80 dólares diarios para enero de 2025, aunque hay opciones más económicas y también otras más caras.
Con esos valores, por 10 días, el gasto en alojamiento para una familia sumará unos 750 dólares, que al cambio actual (“blue”) ronda los $ 900 mil. Ese valor incluye las tarifas de limpieza y las comisiones que suelen cobrar las aplicaciones.
Las comidas
Para comer, las alternativas también son variadas, y el costo dependerá de si la familia sale a almorzar y cenar todos los días afuera o si prepara su propia comida en el alojamiento con compras en un súper.
Los precios en los supermercados brasileños son muy similares a los de Argentina, con algunas cosas más caras y otras más baratas.
Por ejemplo, el maple de 30 huevos cuesta 12 reales (unos $ 3 mil argentinos); el kilo de banana ronda los 6 reales ($ 1.500); el pollo fresco está en 20 reales por kilo ($ 5 mi); el agua mineral de litro y medio, a 2,5 reales (casi $ 600); la leche cuesta 5,4 reales ($ 1.350); el litro y medio de Guaraná, en 7 reales ($ 1.600); la lata de cerveza de 330 ml, entre 4,5 y 5,5 reales ($ 1.000 a $ 1.300) cada una.
Incluso la carne vacuna se vende a valores similares a los de Argentina (entre $ 8.500 y $ 10 mil el kilo), aunque con cortes de menor calidad.
Con estos valores, si la familia de vacaciones prefiere preparar la comida en el lugar que está alojando gastará más o menos lo mismo que si estuviera en su casa.
“Comer afuera”
Diferente será el presupuesto si sale a comer afuera varias veces. Un menú en un bar de playa (pescado o pollo, arroz y ensalada, más bebida) ronda entre 35 y 50 reales por persona, que equivalen entre $ 7 mil y $ 10 mil argentinos.
Una parrillada para cuatro, con chorizo, pollo, carne de vaca y cerdo, más arroz, papas fritas, feijoada y cuatro cervezas, demandará entre 55 y 60 reales por persona ($ 13 mil a $ 15 mil argentinos).
Así, considerando la mitad de las comidas preparadas en la casa o departamento alquilado y la otra mitad saliendo a comer afuera o picando algo en la playa, el gasto en alimentación podrá demandar unos $ 700 mil por los 10 días de vacaciones.
Los extras
En este apartado, el gasto puede variar mucho en función de las actividades que la familia quiera realizar, incluyendo consumos de alimentos extra en situaciones recreativas: un choclo con manteca en la playa, una caipirinha a media tarde, un heladito después de comer.
Haciendo un cálculo conservador, pero relajado, se sumarían por esta vía unos 1.000 reales o $ 250 mil argentinos.
Con todo esto, el presupuesto del viaje termina sumando $ 2.450.000 (unos 2.170 dólares “blue” en total) para la familia de cuatro integrantes, por 10 días en enero 2025.
(Con información de La Voz)