La moneda brasileña quedó a un paso de la barrera de los 3,50, que de hecho llegó a quebrar en el transcurso de la jornada. En las últimas cinco ruedas, ya perdió 4,8%.
A la crisis política interna, se suma en Brasil la preocupación por un alza de tasas de interés en Estados Unidos. Las apuestas a un aumento en septiembre ganaron terreno después de que el índice del sector servicios del Instituto de Gerencia y Abastecimiento alcanzó en julio un máximo en 10 años.
Mientras tanto, las autoridades divulgaron ayer el balance cambiario de julio, que arrojó un rojo de u$s 3.935 millones. Si bien hubo una entrada líquida de u$s 4.441 millones en la cuenta de comercio exterior, fue ampliamente superada por la salida de u$s 8.376 millones en la cuenta financiera, que refleja las inversiones de cartera. Es la mayor sangría desde diciembre el 2014. En lo que va del año, el balance cambiario muestra un flujo positivo de u$s 7.165 millones, que compara con los u$s 2.355 millones del mismo período del año pasado.
En el mercado bursátil, el índice referencial Bovespa subió en medio del fuerte avance de las acciones de la minera Vale tras un alza en los precios del mineral de hierro y la divulgación por parte de la compañía de menores inversiones.
Las acciones ordinarias de Vale escalaron un 5% y las preferenciales avanzaron un 3,9%. La firma dijo que planea invertir este año entre 8.000 y 8.500 millones de dólares, frente al plan anunciado en junio de entre 8.000 y 9.000 millones de dólares.
El impulso del mercado perdió fuerza durante el día, ante un retroceso de los títulos de Petrobras que acompañó la caída de los precios internacionales del petróleo. El Bovespa avanzó un 0,46% a 50.287 puntos.