La reunión tuvo como disparador la necesidad de modificar el rumbo y los modos que viene teniendo la conducción liguista. "La Liga no puede estar manejada por una sola persona. Es una oportunidad única para el crecimiento", sugirió Alejandro Schneider, anfitrión en esta oportunidad pero una voz más entre tantas que tuvieron su oportunidad de expresarse en la reunión. El encuentro tuvo un común denominador: las ganas de cambiar un sistema agotado, con clubes pobres y jugadores que no encuentran respuestas desde su dirigencia por el desmanejo sistemático de esfuerzos y de recursos. Cada presidente dio su parecer respecto de la actualidad y de lo que pretendía como modo de conducción y allí apareció una nueva coincidencia: se plasmó un grupo que trabajará por acceder a la presidencia de la Liga Paranaense de Fútbol (LPF) el próximo 19 de marzo.
Los titulares de los clubes que asistieron fueron Juan Arbitelli (Neuquén), Leandro Clementí (Peñarol), Pablo Ayala (Sportivo Urquiza), José Villanueva (Instituto), Cayetano Millitelo (Palermo), por la Primera A, mientras que Raúl Arrúa (Los Toritos), Carlos Acosta (Sportivo Entre Ríos), Ariel Bello (Ciclón del Sur), Fabián Sauthier (San Miguel) y Enrique Benítez (Ángeles Negros) estuvieron representando a la postergada categoría de Ascenso.
"Necesitamos que todos seamos solidarios, que los clubes y dirigentes se ayuden mutuamente porque esto no da para más", esbozó Raúl Arrúa en el inicio del debate que se dio luego de la bienvenida del anfitrión. "Siempre dije que había que intervenir la liga, algunos clubes me apoyaron pero fue la minoría. Es hora de dar un paso hacia adelante y mejorar. El nivel ha caído en los últimos años", repasó Cayetano Militello. En tanto, el presidente de Instituto fue el único que estuvo en las dos reuniones y fue claro en sus conceptos: "Estuve en las dos convocatorias, quería estar, me gusta ser frontal. Me siento representado por este movimiento que se ha generado y por eso doy mi apoyo a esta moción de cambio", enfatizó. "No puede ser que el Ascenso tengan sólo dos votos en cada elección, estamos postergados y aportamos como cualquier otro club de la Liga", fue otro de los reclamos al unísono que se hicieron desde los representantes de la B, quienes no tienen explicaciones sobre el destino de ese dinero que tributan a la LPF. "Cuando uno tributa espera que eso se retribuya en obras, en beneficios para los aportantes. Claramente no sucede", sentenció Acosta. "Necesitamos una apertura en todo sentido, que cada uno pueda expresar sus necesidades y pueda mirarse a los ojos con el que tiene enfrente", sostuvo Schneider, mientras que Arbitelli agregó: "Este encuentro debemos comprometernos a tenerlo una vez a la semana, al menos", lo que evitaría que se arribe a esta situación límite que atraviesa el fútbol paranaense en general.
Las voces transitaron en el mismo sentido durante las más de tres horas en las que se extendió el encuentro. Las coincidencias pasaron por las ganas de modificar la conducción de la LPF, algo que ya se había planteado en otra oportunidad, que ilusionó a los clubes en otros momentos pero que, finalmente, terminaban por caer en saco roto con las promesas incumplidas. Un antes y un después del cónclave gestado por un grupo de dirigentes de clubes que, cansados por la desidia en la manera de conducir la LPF, coincidieron en ideas y consiguieron el consenso necesario para darle un golpe de timón a una de las ligas más importantes del país que actualmente se encuentra en terapia intensiva.