El cosecretario general de la CGT, Héctor Daer, hizo declaraciones sobre la reforma laboral durante una reciente reunión en Casa Rosada.
Afirmó que, tras la reglamentación de la Ley de Bases, "la reforma laboral ya está hecha".
"Ahora lo que hay que hacer es darle un marco de precisión que le quite la discrecionalidad a los empresarios", destacó.
En este contexto, se acordó la creación de una comisión técnica tripartita que incluirá al Gobierno, a la CGT y a los empresarios. Esta iniciativa pretende aclarar los puntos oscuros que han generado tensiones en el ámbito laboral. La reunión, que tuvo lugar con la participación del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y el asesor presidencial Santiago Caputo, marca un intento por establecer un diálogo más constructivo entre las partes.
El diálogo se produce en un momento en que los sindicatos y el Gobierno enfrentan diferencias profundas, especialmente en relación con las políticas laborales implementadas por la actual gestión libertaria.
A pesar de las tensiones, Daer y otros líderes sindicales expresaron su esperanza de que la nueva etapa de diálogo sea fructífera, lo que sugiere un deseo de encontrar un camino común que beneficie a ambas partes.
Tregua
El titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, también se pronunció tras la reunión, enfatizando que "se está auspiciando una nueva etapa de diálogo entre el Gobierno y la CGT, y eso es fructífero".
Esta declaración resuena con la necesidad de establecer un canal de comunicación que permita abordar las diferencias y buscar soluciones conjuntas. En este sentido, la tregua acordada puede ser vista como un paso adelante para evitar posibles conflictos laborales, como el paro de transporte programado para el 17 de octubre, que parece perder fuerza a medida que se avanza en las negociaciones.
La mayoría de los sindicalistas presentes en la reunión pertenecen al sector dialoguista de la CGT, lo que sugiere que existe un interés por parte de ciertos gremios en mantener un diálogo abierto y constructivo con el Gobierno. Sin embargo, no todos los líderes sindicales comparten este enfoque.
Pablo Moyano, cosecretario general y una de las voces más críticas hacia la gestión de Javier Milei, optó por no asistir a la reunión, lo que evidencia la existencia de fricciones internas dentro de la propia CGT.
Este tipo de disidencia podría complicar los esfuerzos por un diálogo unificado entre el Gobierno y los sindicatos. Sin embargo, Daer parece decidido a seguir adelante con las conversaciones, reafirmando la importancia de alcanzar un acuerdo que sea beneficioso para todos los trabajadores y que minimice la incertidumbre en el ámbito laboral.