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Patronato sigue sin ganar: ¿Los jugadores o el sistema?

Pese a que en algunos momentos pierde el equilibrio entre líneas, Rubén Forestello insiste con el esquema 4-3-3. Con ese dibujo iba perdiendo y sin brújula ante Quilmes. Pero con unos retoques en el segundo tiempo, estuvo a punto de ganar.

23 de Febrero de 2016
Télam.
Télam.

Fuente: Facebook Ezequiel Re

 

<u><i>El balance de Patronato tras 4 fechas en Primera A</i></u>: <b>¿LOS INTERPRETES O EL SISTEMA?

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Pese a que en algunos momentos pierde el equilibrio entre líneas, Rubén Forestello insiste con el esquema 4-3-3. Con ese dibujo iba perdiendo y sin brújula ante Quilmes. Pero con unos retoques en el segundo tiempo, estuvo a punto de ganar el match. La tranquilidad se lo dará una victoria.

 

En cuatro partidos Patronato cayó en un juego e igualó otros tres. Y salvo ante Arsenal, con el que igualó 0 a 0, en el resto de los encuentros, incluido San Lorenzo de Almagro, el Patrón estuvo arriba en el marcador. ¿El problema? No saber cerrar los partidos. Adormecerse en defensa, ser discontinuos en el sector medio y no pensar en el objetivo por el cual juega este mini torneo de Primera A: mantener la categoría. Acelerado muchas veces porque consigue la ventaja positiva no saca el alma de contención y va por más hasta se diría innecesariamente. Le falta esa cuota de ascenso, de partidos jugados con dientes apretados. Si a nadie le molesta tirarse algunos metros atrás, tal cual Arsenal en el Grella. Esto siempre y cuando el equipo rival, como Quilmes muestre limitaciones. Acaso no es lo mismo retroceder para resguardarse con el Cervecero que ante equipos que no perdonan y pasan por un explosivo momento futbolístico como Rosario Central.

 

Pero ayer el Patrón fue una de esas comedias que pasan en los cines, en las que primero llorás y luego reís. Así fue el partido del Santo ayer y que se reitera en relación a Arsenal. Un primer tiempo para llorar y un segundo en el que si bien no te vas con la boca ancha de tanto reir, al menos se esboza una sonrisa que deja abierta la posibilidad de esperar un pronto triunfo.

 

Entonces entra en juego el debate por el esquema. Aquel que tuvo un alto nivel en el amistoso ante Colón donde expuso el DT Rubén Forestello el esquema 4-3-3. Presión, quite y gol. Pudo plasmar en ciertos momentos de todos los encuentros (salvo ante los de Sarandí) esa intención. Pero no manejó el suelo defensivo y en ese terreno perdió espacios. Ayer generó grandes espacios que el rival, por limitado, o Bértoli en algunas ocasiones con dos tapadas magistrales, no supo aprovechar.

 

Se rasgó la idea y hubo líneas cortadas para el circuito de juego. Se habría recomendado cirugía mayor para el segundo tiempo, armar el equipo de atrás hacia delante y pensar en un 4-4-2 y con paciencie remar el partido. Pero Forestello siguió en la suya y aplicó una cura localizada. Metió a Guzmán para correr más en el medio y Matías Quiroga para conquistar el centro del área. Y hubo respuestas. Quilmes retrocedió y se lo empataron. Y cuando se adelantó Patrón definió de contra. Furios de cabeza y Carrasco con una excelente definición tras recorrer varios metros con pelota dominada en velocidad.

 

Pero volvieron las penas y olvido en el medio, compartiendo errores defensivos y así la victoria quedó en suspenso hasta la próxima oportunidad, que será el sábado ante Belgrano.

 

Nadie dijo que será fácil mantenerse en Primera A. Es un torneo corto y no hay casi margen de error. Patrón en cuatro fechas ya sufrió lesiones, expulsiones y hasta jugadores que por problemas de salud no pudieron estar. Así y todo tiene 3 puntos y solamente perdió un encuentro. Forestello cree que este es el camino y ayer mantuvo a rajatabla una idea. El problema, aparentemente, son los interlocutores. Si es este esquema mínimo en el sector medio hay que correr más. E incluso darle mayor reacción defensiva ante los espacios que se generan cuando adelanta líneas. Y lo que se ve, que los equipos rivales cambian en defensa cuando Matías Quiroga pasa del banco a la cancha. Y el Flaco entra enchufado cumpliendo bien su función.

 

Por ahora Patronato está a la expectativa. No logró el equilibrio pero tiene armas para resolver situaciones. Va sumando despacio, leyendo el campeonato, aprendiendo ser de Primera. No quita que en breve deberá hacer un curso acelerado para sumar victorias, única posibilidad que otorga el campeonato para quedarse un año más en la élite del fútbol argentino.

Fútbol Patronato Torneo de Primera División 2016