La carrera masculina de 100 metros llanos en los Juegos Olímpicos siempre ha sido uno de los eventos más esperados y vistos del torneo. París 2024 no fue la excepción, y el espectáculo que brindaron los velocistas dejó a millones de espectadores al borde de sus asientos.

El planeta se paralizó durante los 9.79 segundos que el estadounidense Noah Lyles tardó en cruzar la meta, llevándose la medalla de oro en una definición cargada de suspenso.

El final de la carrera fue tan reñido que se necesitó una photo finish para resolver la incógnita. El jamaiquino Kishane Thompson, quien había celebrado por anticipado pensando que había ganado, se llevó una amarga sorpresa al ver los resultados.

Thompson terminó con un tiempo de 9.79 segundos (9.79,789), pero fue apenas cinco milésimas más lento que Lyles, también con 9.79 segundos (9.79,784). La medalla de bronce quedó en manos del también norteamericano Fred Kerley, quien completó el trazado parisino en 9.81 segundos.

Sin embargo las estadísticas finales de la carrera revelaron interesantes datos sobre el rendimiento de Lyles. A pesar de su mala salida, con 0.178 milésimas de segundo, la más lenta entre los competidores, Lyles demostró una vez más su increíble velocidad. Durante la competencia, alcanzó un tope máximo de 43.6 km/h, superando incluso a Thompson, quien llegó a 43.2 km/h.

Lyles no lideró el sprint hasta los últimos cinco milisegundos de la carrera, momento en el que logró ponerse por delante de Thompson y asegurar su victoria. Esta capacidad para recuperarse y acelerar en los momentos cruciales de la competencia demostró por qué Lyles es considerado el hombre más rápido del mundo.

Otros de los datos que dejó el sprint fue que la competencia disputada en París fue la primera en la historia en que todos los atletas lograron completar la prueba con un tiempo menor a los 10 segundos, una estadística que podría marcar la nueva generación de velocistas.

El photo finish, por su parte, también fue clave ya que permitió confirmar al ganador de la tan ajustada final entre Lyles y Thompson. Si bien se pudo ver que el jamaicano fue el primero en pasar el pie, la realidad es que, según el reglamento, se toma el torso como la parte del cuerpo que suma y no las extremidades o la cabeza. Con esos parámetros, Lyles fue el primero en cruzar como se pudo ver en el video.

El velocista estadounidense llegó a París con la firme intención de mantener su título como el hombre más rápido del mundo y seguir los pasos del legendario Usain Bolt. En los últimos campeonatos mundiales de atletismo al aire libre en Budapest 2023, Lyles ganó el oro en los 100 metros, los 200 metros y el relevo 4x100 metros.

Para Lyles, repetir el triplete de oros en los Juegos Olímpicos de París no es solo un objetivo, sino una misión personal. Con tres oros olímpicos en la mira, Lyles busca emular a Usain Bolt, quien dominó la velocidad mundial en las tres citas olímpicas de Pekín 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.

Lyles, de 27 años, ha comentado en varias ocasiones su deseo de igualar a Bolt en el medallero olímpico. Su dedicación y enfoque en cada carrera son evidentes y han sido la clave de su éxito. Su desempeño en París 2024 no sólo consolidó su lugar en la historia del atletismo, sino que también inspiró a una nueva generación de velocistas.

Con su actuación en París 2024, Noah Lyles ha dejado claro que seguirá siendo una fuerza dominante en el mundo del atletismo. Su velocidad, determinación y espíritu competitivo aseguran que continuará siendo una figura central en las competiciones internacionales en los años venideros.

Afuera de la pista, el estadounidense también hizo de las suyas. Recientemente ha firmado un millonario contrato con Adidas, además tiene su propio canal de contenidos en YouTube con 167.000 suscriptores, trabaja con una agencia creativa que le ayuda y asesora con los contenidos y su imagen está asociada a multitud de marcas como Omega o Visa.

También fue protagonista de documentales como uno de Netflix que se estrenará luego de su participación olímpica en París.