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OMS alertó sobre los riesgos del uso prematuro de una vacuna

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que una vacuna contra la COVID-19 debe aprobarse en función de los resultados obtenidos en la fase 3 de ensayos clínicos para evitar abusar de los atajos que podrían afectar la salud.

4 de Septiembre de 2020

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que una vacuna contra la COVID-19 debe aprobarse en función de los resultados obtenidos en la fase 3 de ensayos clínicos para evitar abusar de los atajos que podrían afectar los datos sobre su verdadera eficacia y seguridad en la población.

 

"Los científicos alrededor del mundo están pidiendo a las agencias reguladoras y a las compañías que la aprobación de una vacuna se haga en función de datos obtenidos en la fase 3 de los ensayos clínicos", dijo la científica en jefe de la OMS, Soumya Swaminathan, en una rueda de prensa.

 

La aprobación prematura de una vacuna implicaría riesgos, aseguró Swaminathan, co o la dificultad para continuar con los ensayos clínicos aleatorios y, más grave aún, podría empezar a utilizarse una vacuna "que no ha sido estudiada adecuadamente".

 

La científica señaló que un riesgo muy concreto es que la vacuna aprobada con apuro tenga una eficacia demasiado baja, con lo cual no haría su trabajo de poner fin a esta pandemia.

 

Entre los criterios acordados entre la OMS y las agencias reguladoras de algunos países donde se investigan vacunas experimentales está el nivel de eficacia que debería tener y que la organización considera debe ser de, al menos, un 50 % y preferiblemente más alta.

 

"Idealmente no queremos una vacuna con menos del 30 % de eficacia que reciba aprobación. La OMS defiende que, a pesar de la urgencia que hay por encontrar una vacuna contra la COVID-19, se debe poner freno a cualquier vacuna experimental con un perfil de seguridad que no sea aceptable", enfatizó Swaminathan.

 

Esta no es la primera vez que la OMS se pronuncia en contra de una vacuna apresurada. De hecho, en agosto la entidad internacional recibió con cautela la noticia de que Rusia ha registrado la primera vacuna del mundo contra la COVID-19, señalando que ésta, como el resto, deberán seguir los trámites de precalificación y revisión que marca el organismo.

 

La vacuna rusa, que anunció el presidente ruso Vladímir Putin en una reunión con el Gabinete de Ministros, no figuraba entre las seis que según señaló la OMS estaban más avanzadas.

 

"Acelerar los progresos no debe significar poner en compromiso la seguridad", señaló sobre la vacuna rusa en rueda de prensa el portavoz de la OMS Tarik Jasarevic, quien añadió que la organización está en contacto con las autoridades rusas y de otros países para analizar los progresos de las distintas investigaciones de vacunas.

 

El portavoz subrayó que la organización se siente animada "por la rapidez en que se están desarrollando las vacunas" y espera que algunas de ellas "se muestren seguras y eficientes".

 

"Lo más importante es que las decisiones se tomen en función de lo que dice la ciencia y contar con un grupo de científicos que no sea influenciado por ningún interés, que analice los datos y recomiende si una vacuna debe ser aprobada", sostuvo la especialista.

 

"El desafío al que nos enfrentamos ahora es que pasamos de vacunar cientos de personas (fase 2 de ensayos clínicos) a cientos de miles de personas (fase 3). Necesitamos los resultados de eficacia y seguridad de estos estudios porque si empezamos a vacunar a millones de personas muy rápido podemos pasar por alto algunos efectos adversos", explicó el director de Emergencias de la OMS, Mike Ryan.

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