Omar Narváez estuvo muy lejos de arrebatarle la corona gallo de la OMB al sudafricano Zolani Tete en el combate disputado este sábado en Belfast, Irlanda.
El Huracán de Trelew afrontó la pelea sabiendo que el favoritismo estaba del lado rival, aunque a la hora plantarse dentro del cuadrilátero, en vez de buscar la hazaña, respetó demasiado a su oponente tomando excesivos recaudos, para dejar así una imagen deslucida.
El argentino comenzó veloz en la faz defensiva, con mucha cintura y movilidad de piernas para mantener largas distancias con Tete, 16 centímetros más alto que él. Con el correr de los minutos, el africano se asentó, buscó con golpes que tampoco lograban conmover a Narváez, pero le alcanzaban para ser el dueño de la iniciativa y dominador del pleito.
A lo largo de los 12 rounds, se esperó el momento en que el Huracán mostrara un cambio de estrategia, a cuentas ya de que defendiendo lograba que no le hicieran daño, y pasara a atacar para intentar llevarse la pelea. Nunca llegó. En el octavo, con más corazón que precisión, intentó tirar algunos golpes, pero esa misma distancia que él había colaborado a generar en el combate le jugó en contra.
Pero después, ni el corazón reapareció. Se esfumó el tiempo con asaltos calcados, y Tete se encaminó a una victoria inapelable que las tarjetas reflejaron con un triple 120-108.
Así, se abre un interrogante sobre el devenir de la carrera de Narváez, de 42 años, y dueño de un récord de 48 peleas ganadas (25 por nocaut), tres perdidas y dos empatadas. Tete, que quiere seguir sumando méritos para instalarse en los primeros planos, quedó con 27 éxitos (21 KO) y tres derrotas.