Cleveland sacó a relucir el amor propio de campeón, le ganó a Golden State por 137-116y forzó así, al menos, un quinto partido en las finales de la NBA. La serie quedó 3-1 a favor de los Warriors, que buscarán coronarse campeones el lunes, cuando después de los dos partidos en la casa de los defensores del título, la definición regrese a Oakland.
Los Cavaliers contaron con la habitual cuota de LeBron James (31 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias), pero esta vez fue bien acompañado por sus otros dos compañeros estrella: Kyrie Irving (40)y Kevin Love (23). A los Warriors no les bastó con el gran partido de Kevin Durant (35)ni los 16 puntos y 14rebotes de Draymond Green.
La mejor defensa de la liga no estuvo en una de sus mejores noches y eso quedó en evidencia desde temprano. Cleveland, que contó con la presencia fuerte de Tristan Thompson en los tableros (el joven pivote había estado muy por debajo de su nivel en los juegos previos), comenzó a adueñarse del partido desde el arranque y cerró un histórico primer cuarto:anotó 49 puntos (contra 33), máxima en la historia no sólo del primero sino de cualquier cuarto de finales de la NBA. Tanto Stephen Curry como Green, pero también Klay Thompson y Andre Iguodala se cargaron de faltas en el inicio.
Lejos de bajar la intensidad, el segundo cuarto ofreció también un altísimo ritmo en el que los Warriors, de la mano de Durant, en cierto modo se mantuvieron en partido, pese a no descontar demasiado la diferencia. Al final de la primera mitad, mientras el trío de Cleveland tenía cada uno de sus integrantes casi en la veintena de puntos, en Golden State apenas Durant llegaba a esa cifra. Los 86 tantos del local también se convirtieron en récord para un primer tiempo. El tercer parcial bajó un poco el ritmo, al menos para los descabellados estándares manejados hasta entonces.
El condimento, al margen del resultado, lo pusieron varios cruces entre jugadores:se destacó uno verbalmente intenso entre LeBron y Durant, pero también hubo al menos dos faltas de Green que podrían haber sido cobradas como flagrantes, un puñetazo de Zaza Pachulia a la entrepierna de Iman Shumpert e incluso la policía se llevó a un hincha local que se trenzó en una discusión con los jugadores de la visita. Cleveland no permitió que Golden State descorchara en su casa. El año pasado, los Cavs fueron los primeros en remontar un 1-3. ¿Podrán ahora?