En una jornada marcada por la incertidumbre, River Plate se enfrenta a un desafío adicional antes del crucial partido de vuelta ante Atlético Mineiro por las semifinales de la Copa Libertadores. El mediocampista Nacho Fernández fue desafectado del plantel a último momento debido a problemas musculares, y no estará en el banco de suplentes. Su ausencia representa un golpe significativo para el equipo, que necesita una remontada histórica tras la dura derrota por 3-0 en la ida en Belo Horizonte.
El exjugador de Gimnasia, no logró completar los entrenamientos previos y su situación física lo marginó de un encuentro que es vital para las aspiraciones de River. En el primer partido, la defensa no pudo contener los embates de Atlético Mineiro, lo que llevó a Marcelo Gallardo a replantear su estrategia. En esta oportunidad, el equipo formará una línea de cuatro defensores compuesta por Fabricio Bustos, Germán Pezzella, Paulo Díaz y Marcos Acuña, quien también se había perdido el partido de ida por una lesión.
El doble cinco en el mediocampo estará a cargo de Santiago Simón y Matías Kranevitter, mientras que la ofensiva buscará ser liderada por Maximiliano Meza, Facundo Colidio y Pablo Solari, todos enfocados en abastecer a Miguel Borja, el referente de ataque.
Los hinchas de River, en un gesto de apoyo incondicional, realizaron un banderazo en el Monumental antes del partido. Más de 17 mil aficionados se congregaron en el estadio para alentar al equipo, creando un ambiente conmovedor y lleno de fervor. La pasión que rodea a la hinchada riverplatense se ha intensificado en los días previos al partido, generando una atmósfera similar a la de la histórica final de 1996.
Mientras tanto, Atlético Mineiro llega al Monumental con un trasfondo complicado. El equipo dirigido por Gabriel Milito perdió 3-1 ante Internacional de Porto Alegre en su último partido, lo que dejó al Galo en una posición delicada en el Brasileirao, con nueve derrotas en la competición. Sin embargo, su plantilla se ha mostrado fuerte y competitiva en el certamen continental, lo que añade un aire de tensión a la revancha.