Un estadio colmado, un público ruidoso que enseña admiración ante la mayoría de las jugadas, un equipo que llegará a la cita robustecido después de un debut a puro ritmo y goles, escollos que deberá sortear la Argentina desde las 8 de la mañana (hora de nyuestro país, con televisación de la TV Pública y TyC Sports), cuando salte al campo de juego para medirse con Corea del Sur, en el segundo encuentro del Grupo A del Mundial Sub 20. Un partido que empuja a la selección a no permitirse segundo tropiezos ni especulaciones, luego de la caída, por 3-0, en la presentación ante Inglaterra. En el mismo escenario, los juveniles deberán ofrecer otra imagen para enderezar el rumbo, con la intención de llegar a la jornada definitoria con posibilidades de ser parte de los 16 equipos que se clasifiquen a los octavos de final. Una sola variante ensayará el director técnico Claudio Úbeda: Tomás Conechny reemplazará a Marcelo Torres.

Redescubrir la contundencia que tuvo en la gira previa por Vietnam, donde goleó a las selecciones Sub 20 y Sub 23 de ese país, en los encuentros disputados en Ho Chi Minh y Hanoi, es una tarea con carácter de urgencia que tiene la Argentina. El poder de fuego deberá relucir ante un conjunto coreano que no ofreció garantías defensivas en su presentación con Guinea, aunque resultó contundente y veloz cuando atacó y ahí estuvieron los argumentos de su victoria. Las virtudes de los locales son, justamente, el déficit que dejó el juego de la selección ante los ingleses: luego de un comienzo donde el control de la pelota y el dominio fue total, la ausencia de cambio de ritmo y aceleración desde tres cuarto de cancha hacia adelante le impidió romper el vallado que interpuso el rival.

Con el ingreso de Conechny, la Argentina mostrará mayor verticalidad, aunque el desequilibrante jugador de San Lorenzo tendrá que hacer una lectura rápida del juego y no entretenerse con el balón o ensayar un traslado horizontal. Los volantes externos ofensivos, en el esquema 4-2-3-1 que repetirá Úbeda, necesitan de explosión, algo que no tuvieron con Inglaterra. Torres, goleador de la Reserva de Boca, no siente esa función y quedó en evidencia en el debut; un poco mejor fue el rendimiento de Lucas Rodríguez, mientras que Exequiel Palacios deberá erigirse como el conductor y manejar los ataques imponiéndoles mayor velocidad. La sociedad que armó con Santiago Colombatto necesita ser más continua: juntos expusieron los mejores pasajes de fútbol contra Inglaterra, pero el decaimiento del volante de River dejó huérfano en el armado al elegante jugador de Cagliari.

La ausencia de Lautaro Martínez, por suspensión, deja a Ezequiel Ponce nuevamente como referencia de área. El atacante de Roma, cedido a Granada en la temporada que finaliza en Europa, necesita ser abastecido para ser punzante y explotar sus dotes de goleador. Aunque le gusta moverse y no encasillarse como un centrodelantero, la Argentina precisa de sus estocadas para lastimar al rival.

Si Inglaterra hizo la diferencia con potencia, el argumento de los coreanos es el ritmo y la velocidad. Liderados por Lee Seungwoo, que milita en Barcelona, al igual que Paik Seungho -anotaron dos de los tres goles del éxito sobre Guinea-, los locales intentarán desarrollar un juego de vértigo, a veces desordenado, pero que les sienta cómodo y les fue efectivo ante los africanos. La Argentina deberá estar concentrada para ejecutar las coberturas y no dejar espacios, como sucedió en el segundo tanto inglés, donde la defensa quedó desarticulada y Armstrong fue impiadoso ante el error.

Si aprendió la lección, la Argentina tiene la oportunidad de renovar sus credenciales en la Copa del Mundo Sub 20, ese trofeo que la tiene como la más ganadora, aunque después de 10 años es tiempo de reverdecer las conquistas. Para soñar con un nuevo título, tendrá que dar ante Corea del Sur el primer paso.