El Gran Premio de Italia no dio lugar a dudas: en el primer contacto de los pilotos con el circuito de Monza, el más rápido del calendario de la Fórmula 1, Mercedes continuó con su dominio. En la primera sesión, Lewis Hamilton marcó el mejor crono del día (1:26.187), mientras que en la segunda tanda de ensayos fue Nico Rosberg, su compañero de equipo y líder del campeonato, el que firmó el mejor tiempo, apenas más lento que el del británico.

En la mejor de sus 41 vueltas, Rosberg -líder del Mundial, con 220 puntos, 29 más que Hamilton- cubrió los 5.793 metros de la legendaria pista italiana en un minuto, 26 segundos y 225 milésimas, 61 más que su compañero de equipo, que había liderado la tabla de tiempos en el primer entrenamiento, en el que marcó el mejor crono de todo el día (1:26.187). Sin embargo, en esa segunda sesión, el inglés sólo rodó la última media hora -debido, al parecer, a problemas en el motor de su monoplaza- de los noventa minutos de una sesión que discurrió en seco y en la que, aparte de los neumáticos duros -los únicos usados en el primera ensayo- también se probaron los de compuesto medio.

En la segunda sesión los pilotos de Ferrari aparecieron detrás de los de Mercedes. Fernando Alonso -doble campeón del mundo, en 2005 y 2006, con Renault- marcó el cuarto tiempo, de 1:26.565, a 340 milésimas del crono de Rosberg, mientras que su compañero finlandés Kimi Raikkonen -campeón mundial en 2007- fue tercero, a 106 milésimas del líder del Mundial. En la primera tanda, el español también había sido cuarto, mientras que Jenson Button (McLaren) había ocupado el segundo lugar y Rosberg, el tercero.