Van diez partidos de Los Pumas en la temporada, en los que sufrieron nueve derrotas, la última este sábado, 21 a 8 ante Inglaterra en un estadio de Twickenham repleto con 82.000 espectadores. Fue la tercera caída ante los ingleses (segundos en el ranking en el que el seleccionado es 10º)el año tras las dos de junio en San Juan y Santa Fe.

Imágenes repetitivas, la Selección no jugó bien. Se notó una voluntad para mejorar la defensa y las formaciones fijas (line y scrum), un buen partido del joven Marcos Kremer (20 años), primera vez de ala, pero con eso alcanza unos minutos para mantener el marcador parejo. Lo que le sigue faltando a la Selección es sorpresa, movimientos en ataque que lleven peligro y no se desvanezcan por su previsibilidad o los errores en la ejecución. El único try nacional llegó a los 77', con Sánchez, después de repiquetear y repiquetear sobre la defensa rival. Inglaterra, que no jugó un buen partido, apoyó dos.

Quizá lo que más sorprendió en un equipo con buenos pateadores fue la floja efectividad a la hache. Boffelli metió el 3-3 a los 9' desde 40 metros y después no entró más. Los dos penales siguientes los falló Hernández; el otro, Boffelli, y el último, Sánchez, que entró por el Mago en el segundo tiempo; el tucumano tampoco metió la conversión de su try. Fueron potenciales 14 tantos. Los ingleses acertaron 4/6 (11 tantos con el pie más dos tries).

El próximo sábado, Los Pumas enfrentarán a Italia (venció 19-10 a Fiji) en Florencia. Será una batalla entre dos equipos que necesitan medirse ante un rival de su talla. Porque Argentina, que ya había dejado de considerar a Italia (14º del ranking) como su clásico, hoy no está más allá de su nivel.