Le costó hacer pie al equipo argentino en Port Elizabeth ante un rival que impuso su característico rigor físico y desgastó a partir de las fortalezas de sus delanteros. Sin embargo, la defensa albiceleste bancó las embestidas de los Boks que chocaron una y otra vez con una granítica pared.

Los problemas de Enrique Pieretto en el scrum, sobre todo en la lucha con su opuesto Tendai Mtawarira, y la falta de justeza para manejar la pelota cuando dispuso de la posesión, obligó a los dirigidos por Daniel Hourcade a permanecer mucho tiempo en campo propio y sin la pelota.

Dos penales de Elton Jantjies en los primeros 20 minutos de la etapa inicial, le dio una luz de ventaja al dueño de casa que, sin ser visiblemente superior, pudo escaparse en la chapa. Pero cuando todo era verde, Tuculet recuperó una pelota en campo propio, inició la contra que continuó Boffelli y definió Landajo pegado a la bandera para decretar el momentáneo 6-5.

La baja efectividad de Sánchez, que marró la conversión y un penal factible, dejó abajo a la visita que sufrió un nuevo revés luego de una solitaria incursión de Courtnall Skosan, quien se puso de pie rápido tras un tackle de De La Fuente y se zambulló debajo de las haches para el 13-5.

Un penal por lado en el arranque del complemento mantuvo los ochos puntos de diferencia entre ambos, hasta que los sudafricanos prevalecieron en la lucha del breakdown, forzaron la infracción y armaron la jugada que finalizó con Raymond Rhule revolcado en el ingoal.

Las piernas frescas que llegaron desde el banco de suplentes, sobre todo con el ingreso de Hernández y Cubelli, les dieron otras ínfulas a los nuestros que pusieron en acción a los backs y lograron el descuento mediante Emiliano Boffelli, señala A Pleno Rugby.

Pero los evidentes problemas en el scrum, el gran punto a trabajar para la revancha en Salta, y la pimienta de los forwards locales que prevalecieron siempre en el contacto, terminó liquidando la historia con las apariciones por la zona roja de Siya Kolisi y Pieter-Steph du Toit.

Mucho para revisar de cara al desquite sabiendo que el plan sudafricano no se alterará demasiado en siete días, y Los Pumas deberán mejorar sensiblemente en las formaciones fijas para soñar con otra historia en el Padre Ernesto Martearena.