Envuelto en una temporada irregular con los Jaguares que replanteó la continuidad de Raúl Pérez y el ciclo que comanda Daniel Hourcade al frente del seleccionado, el equipo argentino se oxigenó con un periodo vacacional que despejó la mente y le sirvió para iniciar la segunda parte de la temporada con otra energía.
Ese será entonces el principal desafío para un plantel que sintió en la pasada ventana de junio el mal momento que vivió a lo largo del Super Rugby, dejando escapar ante una Inglaterra alternativa dos chances de volver a codearse con el éxito.
Y si bien es cierto que la base estable del equipo sigue siendo la misma para ambas competencias, se espera que el grupo de un salto exponencial cuando se ponga la celeste y blanca. "Trabajé con argentinos en el exterior y son muy orgullosos de lo que hacen. Creo que eso trae una motivación y un fuego extra. Vamos a ver un equipo distinto al del Super Rugby. Están llenos de confianza y juegan con sus fortalezas", explicó Franco Smith, coach asistente de los Springboks, advirtiendo que la historia podría ser otra.
Del otro lado habrá un equipo que mantendrá la base estable de los Lions, el vigente subcampeón del torneo que reúne a las mejores franquicias del hemisferio sur, y que buscará profundizar lo hecho hace dos meses con esos tres triunfos consecutivos ante Francia.
En cuanto al equipo y debido a la ausencia del lesionado Warren Whiteley, el polémico Eben Etzebeth será el capitán que deberán comandar a sus compañeros intentando mantener su estilo provocativo al margen.
Como siempre, el rigor físico para bancar las embestidas iniciales, lucha por prevalecer en el breakdown y una sólida obtención tanto en el line como el scrum, serán esenciales para soñar con otro festejo como el ocurrido en 2015 en Durban y empezar esta segunda parte de la temporada con un impacto gigantesco que permite encarar lo que viene de otra manera.