Sociedad Coronavirus en San Luis

Los carteles y el cariño de los clientes a dos comerciantes contagiados de Covid

"Alfredo y Diego, vamos, estamos con ustedes, acompañándolos", dice uno de los carteles pegados en la cortina del negocio que debió cerrar porque los comerciantes se contagiaron. Una historia de cariño en medio de la pandemia en San Luis.

17 de Septiembre de 2020
Una historia de cariño en medio de la pandemia en San Luis.

"Alfredo y Diego, vamos, estamos con ustedes, acompañándolos", dice uno de los carteles pegados en la cortina del negocio de la electrónica Okinawa en el centro de San Luis. Son los clientes y vecinos que ruegan que los dueños se recuperen de coronavirus. Diego este lunes volvió a su casa. Alfredo aún está internado.

La historia es la contracara de muchas discriminaciones y ataques que se dan a lo largo del país cuando algún grupo social se entera de un caso positivo de Covid 19.

 

 

<i>Alfredo y Diego, una historia de cariño en medio de la pandemia en San Luis.</i>

 

"Hay que ser positivos, yo creo en Dios, recibí tantas buenas vibras que sabía que iba a estar bien", expresó Diego Miyagusuku (42), casado con dos hijos, al volver a su casa luego de haber estado internado 17 días en el Hospital de San Luis. Había ingresado positivo el 28 de agosto.

"Estuve complicado con el virus, con neumonía grave, con oxígeno tres días pero no llegué al respirador", agrega. Se había contagiado en el negocio de electrónica que abrió sus puertas en 1993 y comparte con su primo, Alfredo Arakaki (61), que también se contagió y sigue luchando contra la enfermedad.

 

Diego cuando fue internado grabó un video desde el Hospital en donde pedía a sus clientes y amigos que se presentaran al sistema de Salud para determinar la trazabilidad. El vídeo se viralizó en las redes cuando en San Luis ya comenzaban a sumarse casos a raíz del comienzo de la circulación comunitaria del virus.

 

 

<i>Diego Miyagusuku ya regresó a su casa</i>.

 

La actitud de Diego conmovió a sus clientes y vecinos quienes comenzaron a dejarle carteles de aliento, donaciones de alimentos y dinero para que su familia pudiera salir adelante. A los pocos días su esposa y sus dos hijos también fueron internados. Toda la familia quedó asistida en una única sala en el mismo hospital. Ahora todos ya están juntos en su hogar.

 

Diego y Alfredo pertenecen a familias de origen japonés que llegaron a la Argentina después de la guerra. Alfredo Arakaki es hijo de Zenzuke Arakaki, llegado a San Luis desde Okinawa. (La ciudad japonesa borrada por la bomba atómica). Zenzuke se casó con Celia Miyagusuku (nacida en Río IV/Córdoba) hija de japonés y tía de Diego Miyagusuku. Celia con 87 años se convirtió en la primera baja de Coronavirus en la provincia.

Zenzuke y Celia pusieron una de las primeras tinterías japonesas de San Luis. Ambos tuvieron dos hijos: Alfredo y Liliana Arakaki.

 

 

 

Alfredo y su primo Diego son los propietarios del negocio dedicado a la venta y reparación de productos electrónicos cuyos clientes esperan vuelvan abrir y rehacer sus vidas. "Si no hubiese sido por la insistencia de mi esposa de haber ido al hospital del oeste a consultar por los dolores de cuerpo, mi situación se hubiese complicado más aún. De allí me derivaron al Policlínico, donde estuve muy bien atendido", recuerda Diego mientras aconseja cuidarse y no subestimar al Covid.

 

"Estamos mal: los extrañamos, siempre esperamos que salgan. Nos llegan Noticias buenas y malas", le escribieron sus clientes.

"Ellos nos sacan del paso en cualquier momento. Vengo y les pido que me arreglen algo y ellos lo hacen sin problemas", dicen algunos de esos mensajes de cariño.

"Si uno es bueno, todo eso vuelve. Uno cosecha lo que siembra", reflexión Diego anoche ante uno de los reportajes a que le hacían por teléfono desde el patio de su casa donde ya encendí el fuego para comer un asado junto a su esposa y dos hijos. Fuente: (Clarín).-

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