Barcelona y Emelec disputaron la final del torneo ecuatoriano pero más allá de la consagración de los Azules (en lo que también fue el clásico de la ciudad, Guayaquil), la nota la dieron los hermanos Bolaños. Alex y Miller estuvieron en veredas opuestas y en cancha quedó claro que nada los une. Al menos, eso demostró el primero, volante de marca del Barcelona, que cometió dos faltas en 10 minutos, ¡ambas a su hermano!, y se fue expulsado. Luego, el mediocampista ofenisivo fue figura con dos goles para el 3-0 que consagró a Emelec.

Tras el partido, Miller le restó importancia al hecho: “No sé si fue la calentura, son circunstancias del partido". Sin embargo, desde el Barcelona no fueron tan comprensivos con su jugador. “En apenas diez minutos en una final, me pareció que fue decisiva”, señaló el técnico Rubén Israel.

Pero el presidente, Antonio Noboa, fue más duro en redes sociales y tomó una decisión drástica: "Es claro que un jugador dañó la fiesta... Ese jugador está fuera de Barcelona”. El dirigente además planteó sospechas de acuerdo, que difícilmente puedan determinarse. Por lo que con o sin arreglo, uno se quedó con la gloria y el otro, sin club.