En una semana complicada por la suspensión de cuatro partidos a Zlatan Ibrahimovic en el campeonato local, el PSG encontró un desahogo con el 4-0 de este sábado sobre el Bastia en la final de la Copa de la Liga, torneo que conquistó por quinta ocasión y significó su primer festejo del año. Sueña con repetir en la Ligue 1 (lidera con un punto de ventaja sobre el Lyon), la Copa de Francia (define el 30 de mayo con el Auxerre) y la Champions League (el 15 de este mes abre la serie de cuartos ante el Barcelona).
Ibra, figura en el Stade de France parisino, metió los dos primeros goles del partido y descargó la bronca con sus gritos. El uruguayo Edison Cavani, reemplazante de Ezequiel Lavezzi, convirtió otro doblete en los últimos diez minutos y aseguró la consagración de su equipo. Hubo protagonismo argentino. A los 20 minutos, el Pocho se filtró en el área y terminó en el piso tras un choque con Squillaci, pero el árbitro marcó penal que el sueco cambió por gol. Además hubo roja para el defensor rival. Javier Pastore estuvo en cancha hasta los 72 (reemplazado por Lucas).