Sociedad Gusto distorsionado

Las secuelas del coronavirus le cambiaron la vida a una joven: “Es muy feo”

“Fui a ver una película, compré pochoclos dulces y les sentía gusto a cebolla. Pensé que se habían equivocado, pero le pregunté a la persona con la que fui y no. Era yo quien estaba saboreando eso”, explicó sobre su gusto distorsionado.

24 de Enero de 2022

Lourdes tiene 23 años y hace seis meses que las secuelas que le dejó el COVID le cambiaron la vida. En agosto del 2021 comenzó con los síntomas de la enfermedad, había perdido el gusto y el olfato. Dio positivo y estuvo más de diez días aislada. Tras recibir el alta médica, tardó otros diez en recuperar los sentidos, pero asegura que los tiene “distorsionados”.

 

El que más tiene afectado es el gusto. No puede encontrar los viejos sabores en las comidas o bebidas que eran cotidianas. “Mi desayuno siempre fue el café y ahora no lo puedo pasar. Es más, antes cuando hacían café en casa se sentía ese olor característico en la cocina. Ahora no solo no lo siento tal cual lo recordaba, sino que percibo un olor a quemado y cuando lo tomo, no reconozco ese sabor a café. Es muy feo”, describió.

 

 

Pero la pesadilla para Lourdes comenzó cuando se dio cuenta que los días y semanas pasaban y su gusto “no era el normal”. “Comenzó con un resfriado, luego apareció una tos que me acompañó durante varias semanas, tuve presión en el pecho y mucha fiebre”, contó.

 

Tras el día del alta, las dolencias, al igual que la falta de gusto y olfato, persistieron. Para mediados de septiembre, las molestias físicas desaparecieron, pero aún no había recuperado por completo los sentidos. “Me di cuenta que algo andaba mal, cuando pasó un mes de haberme dado el alta y me quería tomar un vaso de gaseosa, y el sabor era extraño. Pregunté a la gente con la que estaba y para ellos estaba normal, y ahí me cayó la ficha de la posibilidad de que esta complicación persista en el tiempo”, aseguró.

 

Si bien algunos gustos comenzaron a “volver a la normalidad”, otros tantos aún no. “Después de la gaseosa, me pasó una situación igual de desesperante en el cine. Fui a ver una película, compré pochoclos dulces y cuando los comí les sentía gusto a cebolla. Y ahí pensé que se habían equivocado, pero le pregunté a la persona con la que fui y no. Era yo quien estaba saboreando eso”, explicó.

 

Durante estos meses, los productos que no pudo volver a consumir son algunos platos en particular, como pueden ser las frituras o algunas carnes que están bastante cocidas. Y algunos vegetales como la cebolla y ajo, y productos como las gaseosas, pochoclos, maníes, Mantecol, café, mate, doritos y leche.

 

“Para mí es una tortura. Porque son cosas que sé que me gustan, pero cuando las como me dan rechazo, no les puedo encontrar el sabor y me desespero. Me intento tranquilizar, pero ya pasaron seis meses así y no sé qué hacer para que se solucione”, planteó.

Si bien por momentos se intenta convencer de que será pasajero y que “pronto los recuperará”, está preocupada por la situación. Navegó en internet buscando tratamientos para estos casos. “Ahí encontré varias recomendaciones que consistían en intentar oler durante varios segundos algún producto que sea fuerte de aroma todos los días. Lo hice con clavos de olor y limón, pero no funcionó. Sigo igual”, contó.

 

Lourdes está buscando algún especialista en el tema para que le pueda dar algunas respuestas sobre su situación. “Una conocida le pasó lo mismo. Parece que no soy la única y es una de las consecuencias de este bicho. Sigo pensando y queriendo que sea pasajero, y que esto se termine rápido”, concluyó en declaraciones a LMNeuquen.

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