Ya son habitantes de la Villa Olímpica los dos seleccionados más representativos del polideportivo argentino: la Generación Dorada y las Leonas. Los dos planteles llegaron cuando ya había oscurecido, bajo un cielo plomizo y bajo una fina garúa, con diferencia de 20 minutos. Los basquetbolistas arribaron a las 19 en punto y las jugadoras de hockey sobre césped un poco después, más allá de que compartieron el vuelo, trayecto del que también formaron parte los seleccionados de básquetbol de Francia y Serbia.

Se observó a un Manu Ginóbili sonriente y a un Luis Scola dispuesto para las selfies de algún voluntario; Luifa será en el encargado de portar la bandera nacional en el estadio Maracaná durante la fiesta de inauguración de los Juegos Olímpicos y, para él, cada paso que dará tendrá un tinte especial. Las chicas, en tanto, también se mostraron de buen humor, acompañadas de la buena noticia de que varias se terminan de recuperar de distintas lesiones. "Estas cosas se disfrutan en cada minuto, cada uno de los Juegos Olímpicos no dejan de tener su encanto y Río 2016 no es la excepción. Son experiencias únicas y difíciles de repetir", comentó el Chapu Nocioni, que amplió: "Va a ser un certamen lindo, con todo nuevo. Con un nuevo equipo y proyecto, sumado a integrantes que ya hemos estado en otras citas olímpicas. Trataremos de llevarlo de la mejor manera posible, ojalá que se alcancen los logros deportivos que estamos buscando".

Gabriel Minadeo, DT de las Leonas, habló de las que hasta hace unos días estaban averiadas, como Florencia Habif (esguince de tobillo izquierdo), Delfina Merino (golpe en la rodilla izquierda), Rocío Sánchez Moccia (esguince de tobillo derecho) y Martina Cavallero (tendinitis del isquiotibial derecho): "Ya estan todas para entrenarse. No vamos a jugar amistosos después de la series que ya jugamos en Buenos Aires, solamente haremos ensayos". Y Merino describió: "Fue un vuelo muy distendido, más allá de que se vivió con mucha adrenalina y ansiedad por llegar. Estamos con ganas y energía; también es cierto que la espera se nos hizo un poco larga porque ya queríamos alojarnos en la Villa y empezar a enfocarnos en Río". (La Nación)