En Estados Unidos también sucede: una porción mínima del público en los eventos deportivos todavía sigue cometiendo actitudes repudiables. Esto pasó en la NBA y quien lo sufrió hace pocos días fue LeBron James. Una pareja espectadores que pagaron dos de las ubicaciones más caras que ofrece cualquier estadio de la liga de básquetbol más importante del mundo, se comportaron de manera irresponsable. Ambos, fueron echados a pocos minutos del final del partido porque habrían ofendido al basquetbolista con una dura amenaza hacia uno de sus hijos.
La repudiable situación se dio en el partido en el que Los Angeles Lakers derrotaron a Indiana Pacers, el pasado miércoles 24 por 124 a 116. Un grito fuera de lugar fue advertido por la figura del equipo angelino que, de inmediato, pidió que estas personas sean retiradas del estadio Bankers Life Fieldhouse, de la ciudad de Indianápolis. Esa noche, The King volvía tras una suspensión por el codazo a Isahia Stewart, de Detroit Pistons y regresó con mucha furia deportiva: 39 puntos, cinco rebotes y seis asistencias.
<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="und" dir="ltr"><a href="https://t.co/SXE2KgCZXF">pic.twitter.com/SXE2KgCZXF</a></p>— , (@viddb11) <a href="https://twitter.com/viddb11/status/1463701081196617731?ref_src=twsrc%5Etfw">November 25, 2021</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
Mientras James llevaba a los Lakers a la victoria con mucha determinación, se tomó el tiempo para acercarse a un grupo de jóvenes ubicados en los asientos que están al borde de la cancha. Luego, llamó a uno de los árbitros y le contó directamente lo que había escuchado. El juez inmediatamente mandó a expulsar a la pareja de inadaptados, un hombre y una mujer, de sus privilegiados asientos.
Enseguida, personal de seguridad de Indiana Pacers se acercó a los espectadores y les pidió que abandonen el lugar. Mientras eran acompañados a la salida se pudo ver a la fanática del equipo de Indiana en la transmisión oficial del juego haciendo un puchero de manera sarcástica y haciéndose que secaba sus lágrimas falsas, tomando la situación como una burla.
En la transmisión por televisión de los Lakers, no estaba claro exactamente lo que se dijo. Lo cierto es que, unos días después del partido, un fanático que dice haber estado sentado cerca del lugar de los hechos, afirmó que hicieron muchos comentarios horribles sobre el hijo mayor de James, Bronny. A través de sus redes sociales, este espectador escribió lo que escuchó: "Espero que Bronny muera en un accidente automovilístico", posteó en su Twitter personal.
Al finalizar el partido, el jugador de la franquicia de Los Angeles, se negó a ser demasiado específico cuando se le preguntó sobre lo sucedido y en rueda de prensa sólo explicó: "Hay una diferencia entre animar a los jugadores de tu equipo en tu casa y luego hay momentos en los que sobrepasas una línea", dijo el basquetbolista. También agregó: "Cuando los gestos y lenguajes obscenos entran en juego, no se puede tolerar", expresó James, dejando claro que la espectadora fue un poco más allá de los límites.