Mientras intentaba arreglar la antena de su casa, sufrió una descarga eléctrica de 20 mil voltios. Increíblemente, los médicos lograron salvarlo pero debieron amputarle las cuatro extremidades por las quemaduras sufridas.
Al francés Philippe Croizon le llevó tiempo aceptar su nueva realidad, pero decidió salir adelante. Su recuperación estuvo basada en el deporte y en las aventuras, se fue superando día a día, sorprendiendo a propios y ajenos. En 2010 cruzó nadando el Canal de la Mancha y dos años más tarde unió los cinco continentes de la misma manera. Algo increíble si se tiene en cuenta que en 2008 siquiera sabía nadar.
Recientemente se puso un nuevo reto y se decidió hacerlo realidad: competir en el Dakar 2017. Tras lograr convencer a las máximas autoridades de la competencia, comenzó la adaptación del vehículo.
Croizon conducirá un buggy que fue adaptado: es con caja de cambios automática y se maneja con un joystick, por lo que no tiene necesidad de tocar el volante ni los pedales. Además, no estará solo en esta aventura: atrás suyo habrá un equipo de asistencia 12 personas.