San Lorenzo vivió momentos de alta tensión esta mañana cuando un grupo de alrededor de 60 hinchas de la barra brava se presentó en el club para expresar su descontento con el rendimiento del equipo. Divididos en tres grupos, los hinchas utilizaron los accesos de la cancha auxiliar para ingresar y reunirse con los jugadores antes de que comenzara el entrenamiento. La visita, cargada de emoción y reclamos, refleja la grave situación que atraviesa el Ciclón en la Liga Profesional.
Los futbolistas, al verse rodeados por los hinchas, escucharon un mensaje claro y contundente. “Se tienen que dar cuenta de la camiseta que tienen puesta. Esto es un desastre. Si de verdad está todo bien y ustedes están unidos, demuéstrenlo el domingo”, fueron las palabras que resonaron entre los presentes, en referencia al crucial partido que tendrán contra Barracas Central en el Nuevo Gasómetro.
Frente a la presión de la barra, los jugadores respondieron. El capitán Gastón Campi, junto a Matías Reali y Sebastián Blanco, tomaron la palabra. Se disculparon, prometieron un compromiso renovado para revertir la situación y expresaron sus quejas por los incumplimientos de la dirigencia. Después de aproximadamente media hora de charla, los hinchas se retiraron sin causar mayores inconvenientes, aunque el clima de tensión quedó instalado en el ambiente.
La situación de San Lorenzo es crítica. Actualmente, el equipo ocupa el 24º lugar en la tabla de posiciones de la Liga Profesional, que cuenta con 28 clubes. A esto se suma la reciente renuncia del director técnico, que dejó el cargo no solo por los malos resultados, sino también por el comportamiento de algunos jugadores. La atmósfera distendida en el vuelo de regreso de Mendoza tras el escandaloso empate con Godoy Cruz, en el que Francisco Fydriszewski falló un penal decisivo, fue uno de los desencadenantes de esta crisis.
Además, la institución atraviesa serios problemas económicos y conflictos internos, tanto entre jugadores y dirigentes como dentro de la propia comisión directiva. En este contexto, San Lorenzo apenas tiene ocho puntos más que Tigre, el último en la tabla anual, lo que acentúa el temor al descenso.