El último fin de semana en Entre Ríos aumentaron las internaciones de pacientes con Covid-19, sobre todo en salas de internación general.
“Venimos con una alta ocupación”, reconoció la secretaria de Salud, Carina Reh. Consultada por la franja etaria que requiere ese tipo de cuidados, precisó que está en su gran mayoría entre los 45 y 60 años. Mientras que el nivel de ocupación en las unidades críticas se mantiene en el 80%, donde el 60% corresponde a pacientes diagnosticados con coronavirus.
“Es muy dinámico y eso siempre depende de las altas, es decir de los pacientes que pasen a las salas o de los pacientes que fallecen”, graficó la funcionaria del COES. En la actualidad las salas de internación general están cubiertas por pacientes con cuadros moderados de Covid-19, por lo que los casos positivos que presentan síntomas leves cumplen aislamiento domiciliario. “Hoy no tenemos capacidad de internación de pacientes leves. Lo que se interna es de moderado a grave. A los pacientes moderados se los puede controlar en el piso, que responden al oxígeno con máscara con una nariguera. El moderado siempre está rayando la posibilidad de ingreso a la terapia”, dijo sobre la realidad que atraviesa el sistema de sanitario entrerriano.
“Consultan en forma tardía”
Reh refirió que pese a la presión que está soportando la estructura de hospitales, sanatorios y centros de salud, no se ha visto resentida. Y sostuvo que en ese contexto se genera un problema con pacientes que “llegan a la consulta con la enfermedad en un estadío avanzado; porque ante la posibilidad del aislamiento no consultan. No es un problema del sistema, sino de la gente que acude en forma tardía a la consulta”.
Del mismo modo dijo que se presenta el caso de pacientes que son controlados y que prefieren estar en el domicilio, “se niegan a la internación”. Suele suceder -explicó la facultativa- que concurren a la asistencia médica en forma tardía.
Recalcó que el sistema en esta segunda ola de la pandemia “no ha tenido dificultades en cuanto a dar respuestas, sí en algunas instancias hemos tenido que atender la demanda en efectores de menor complejidad, hasta la posibilidad de que se libere una cama de terapia intensiva. Venimos sosteniendo la respuesta en forma adecuada, con un estrés importante de parte de los trabajadores de la salud, porque es a veces difícil contener a los pacientes y a las familias cuando las respuestas no son inmediatas, sobre todo al momento de necesitar derivaciones. Eso también genera un estrés hacia el interior de los equipos”.
Respecto de esta situación, Reh aclaró que algunos establecimientos de salud tienen una complejidad determinada y pueden dar atención especializada a pacientes que la requieren en una unidad de cuidados intensivos. Y puso como ejemplo lo sucedido en los dos últimos fines de semana, donde se presentaron “complejos” y reconoció en declaraciones a diario Uno que “la tensión se viene dando hace varias semanas”.