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Ignacio Barsanti: "Todavía no me puse a pensar de acá a adelante"

El entrenador de Echagüe en el Torneo Nacional de Ascenso realizó un balance de la gran campaña realizada por el conjunto paranaense. "Los chicos estaban muy comprometidos con la causa de querer pelear el ascenso", señaló.

20 de Mayo de 2016
Ignacio Barsanti, DT de Echagüe, y su visión de un gran año para el AEC.

"Quizás la impotencia de perder en casa fue lo que más dolió. Más allá de la ilusión que había, uno de los objetivos era no perder de local, sobre todo en un tercer partido, ya que teníamos la esperanza de revertir la serie. El equipo estaba bien, muy fuerte, y fue un golpe anímico duro. Pero, sin dudas, el marco de público y el final fue increíble. Yo no acostumbro a hacer devolución con la gente pero la verdad que se sintió todo su cariño y esto marca un poco la entrega que dio el equipo", dijo el DT en declaraciones a <i>El Diario.</i>

 

Más allá de la bronca por como Echagüe quedó eliminado de la temporada 2015/16 del Torneo Nacional de Ascenso, aquel cierre que será difícil de olvidar con esa pérdida de Lisandro Ruiz Moreno, los libres de Andrés Mariani y el último intento fallido de Santiago González que determinó la derrota ante Barrio Parque (69-70) en la serie Final de la Conferencia Norte; los aplausos con los que los hinchas del AEC despidieron a su equipo hablaron por sí solos, e Ignacio Barsanti lo sabe.

 

Un vació estadio Luis Butta, el cual volvió a vibrar casi como en los buenos tiempos, fue el mejor escenario para hablar tranquilo -sin la adrenalina por las nubes como el DT suele tener en cualquier partido- de lo que significó un trabajo que llevó a Echagüe a estar nuevamente en boca de todos, labor para la cual este joven entrenador fue una pieza primordial.

 

-¿Cómo fue ese vestuario tras el partido?

-El silencio y las lágrimas estuvieron. Fue muy duro, un vestuario quebrado es lo más feo de ver en un plantel. Ese momento de intimidad es muy fuerte porque uno expresa el momento vivido. Pero también se vivió con mucho dolor porque los chicos estaban muy comprometidos con la causa de querer pelear el ascenso. No se nos dio. Quedó ahí.

 

-¿Barrio Parque los sorprendió más de lo esperado?

-Más allá del rival, de que ellos están en un gran momento y se han solidificado muy bien como nosotros, por momentos, en una parte del torneo; fue un poco sorpresivo sobre todo el inicio. En el comienzo de esta serie entramos con muchas dificultades, con la lesión de Santiago (González), con la del americano, con una carga física y anímica muy alta, y ellos lo supieron aprovechar con los dos juegos en Córdoba y nos sacaron un poco de la estructura que veníamos teniendo, por eso ese dolor de acá en casa no poder revertir esa situación ya que estábamos totalmente capacitados.

 

-Llegaron a ocupar el puesto 26 entre los 26 equipos y después terminaron cuartos. Una campaña por demás particular en este sentido, con 52 partidos en los que consiguieron algo histórico.

-Sin dudas. Haciendo un análisis en frío esta temporada fue una montaña rusa, por lo que significó. Un inicio recontra turbulento en el sentido de las lesiones, de falta de por ahí de encontrarnos en el juego? en fin, todo proceso lleva su tiempo pero a este equipo le costó el comienzo, le costó conocerse, poder armar el grupo, pero el crecimiento fue paulatino y tras dos meses se amoldó, encontró su estructura de juego y explotó en la segunda parte del año, de diciembre hasta esta época, alcanzando un nivel muy bueno donde pudimos someternos a la filosofía que planteábamos de tener una defensa agresiva y muy picante, y se logró ese objetivo.

 

-Hubo un momento clave en la campaña después de aquella reunión con los dirigentes tras el cierre de la Primera Fase y esas nueve derrotas seguidas. Sin dudas, un antes y un después en la temporada. Hoy, ya pasado el tiempo, ¿Qué se puede contar de ese día?

 

-Como aspecto dirigencial todo dirigente quiere ser partícipe de un proceso en la construcción de un equipo y en el desarrollo del proceso, es la obligación que tiene, no solamente cuando las cosas están bien debe estar dando la cara sino también cuando van mal ver cual es el problema, cual la dificultad que está generando esa traba. Pero yo no atribuyo el cambio o la mejora del equipo a una reunión porque, de ser así, yo tuve muchísimas reuniones individuales y grupales y el equipo todavía no encontraba su forma. Sí considero que fue importante para saber también que estábamos con la soga al cuello, que teníamos que revertir la situación, y fue un punto más en el cual el equipo dio la cara, y es para destacarlo.

 

-Algo entendible ese cónclave, inclusive sonaron algunos nombres para recambio -Nicolás Agasse fue uno-, pero la dirigencia los bancó, más allá de que modificar el equipo implicaba un gasto que el club no estaba en condiciones de hacer.

 

-Dentro de las charlas que mantuve con los dirigentes la idea era tratar de sostener la estructura del equipo. Confiaba plenamente en que íbamos a salir, lo tenía en claro, y llegó ese apoyo tanto para los jugadores como para mí porque de hecho los fusibles para descomprimir son los entrenadores, y yo se lo había aclarado tanto a los dirigentes como al grupo, que me sentía el principal responsable si había que tomar una decisión, eso estaba asumido. Pero los dirigentes también tuvieron su mérito de aguantar la presión.

 

-Los problemas durante la temporada, las derrotas, las lesiones, el atraso en los sueldos en la primera parte, las malas condiciones en algunos viajes, a cualquier equipo puede generarle una negativa total. Sin embargo, a éste Echagüe toda esta adversidad como que los potenciaba.

 

-Sabíamos que la situación era compleja, que estábamos pasando por un momento complicado, pero mi mensaje era que en los instantes en los que las cosas se ponen duras teníamos que unirnos cada vez más y demostrar que íbamos a dejar todo en el sentido deportivo. Que las cuestiones estructurales iban a llegar, que iba a haber cambios, que se estaba trabajando para eso pero que teníamos que mantenernos unidos. Lógicamente, generaron un fastidio, un poco de presión y angustia, pero ahí se vio el temple y el carácter de estos chicos que supieron atravesar por todas estas circunstancias y siempre estuvieron pensando en llevar adelante el proyecto deportivo.

 

-Otro momento particular en la campaña fue la salida de DeAngelo Kirkland. Había costado pero ya se había acoplado al equipo y entendido lo que vos pretendías de él. Pero si bien su partida cambió el esquema, al margen de ello tampoco se cayeron.

 

-Seguro, ya se había acoplado al grupo, al estilo de juego. Había tenido un crecimiento importante y nos estaba dando cosas tanto en defensa como en ataque. Para nosotros fue una salida compleja porque es difícil encontrar un equilibrio con americanos que son novatos, y ya el tipo se había adaptado muy bien, estaba muy firme. No obstante, el plantel suplió esa situación y se hizo más fuerte. Sebastián Cabello tomó mucha responsabilidad, tuvo gran protagonismo y asumió ese rol. Fue una situación de adversidad más que el equipo supo sacar adelante.

 

-¿El cambio de Michael Murray por Jaron Nash lo considerás como un error?

-No. Murray tenía potencial pero tampoco nos llevaba a un camino claro, en el sentido que no era un cuatro neto. En cuanto a lo de Nash, no esperábamos que sea de tan bajo nivel, no nos dio nada, absolutamente nada de compromiso con el grupo en su juego. No sé si fue un error pero el cambio lo necesitábamos y quizás el apresuramiento en el mismo nos llevó a elegir muy temprano o ver demasiado rápido un extranjero que pueda integrarse. No lo tomo como un error sino como una mala situación de recambio.

 

-A propósito de Nash, esa última bola en el quinto partido ante Hindú que terminó definiendo, ¿Era para él?

-No, generalmente teníamos la situación de cierre con Lisandro en la bola ya que es el que más provoca las chances para asistir o anotar. No pudo recibir, Torre (Gastón) tomó bien la decisión de atacar el canasto, leyó muy bien la ayuda defensiva y quedó liberado Nash, lo que derivó en un tiro prolijo. Por suerte pudo meterla.

 

-Es difícil asumirlo y uno trata de ser cauto con esto, pero? ¿Cuándo sentiste que el equipo era candidato al ascenso?

-Nunca me puse el mote de candidato en sí, pero si veía que el plantel se solidificaba cada vez más pasando serie a serie. Desde Salta Basket (3-1), que fue una serie durísima, el equipo tuvo una unión y una estructura para encarar los playoffs con mayor mentalidad y abriéndose a que podíamos dar buenas series.

 

La victoria ante San Isidro (3-1) también fue un click para pensar que podíamos dar más, y ni hablar con Hindú (3-2). Fueron tres series muy buenas. Quizás llegamos con una carga anímica muy grande, uno siempre está evaluando lo físico pero el cansancio psicológico y anímico fue muy grande. El duelo con Hindú fue muy duro. Por ahí, no se si la palabra es 'subestimar', pero pensábamos que con Barrio Parque (0-3), como venía siendo un rival de menor porte, íbamos a poder llevar adelante la serie. Pero no fue así.

 

El mote de candidato no lo tuvimos, en sí, desde el comienzo de los playoffs.

-Un punto fundamental, y más en una campaña con 52 partidos encima, fue el aspecto físico, y aquí subrayar el trabajo de Edgardo Aldao en la preparación ya que, a la hora de hablar de lesiones, los esguinces fueron un dolor de cabeza pero salvo alguna que otra contractura no existió otra cosa grave.

 

-Es destacable su tarea llevando el proceso paulatinamente y como corresponde. Su trabajo fue de excelencia. Tiene un potencial humano y profesional de gran nivel. Nos ayudó mucho, estuvo a la altura del equipo y su profesionalismo hizo también que Echagüe haya llegado a esta instancia, sin dudas.

 

-Oscar Armando también fue importante en algo totalmente nuevo para él, un puesto de Asistente Técnico que conocés muy bien.

-Cumplió con el rol y es destacable también. Lógicamente que por ser su primera temporada hubo muchas situaciones que le costaron ya que ser asistente no es sencillo, en lo más mínimo, y también destaco la calidad humana que ha tenido conmigo, con el grupo, ya que esto muchas veces vale más que alguna situación de trabajo que se puede suplir.

 

-Y siguiendo con todo lo que rodea al plantel, lo de Rubén Durán (Utilero) y Guillermo Ragone (Jefe de Equipo) es clave también.

-El Topo sabemos que está hace mucho en el club y conoce todo. Lo mismo el Guille, y ambos hacen un gran esfuerzo por trabajar en conjunto, poniéndose bajo las alas de un proyecto, que no es para nada sencillo.

 

-En cuanto a tu futuro, ¿Es cierto que vas a contar con un representante a partir de ahora?

-No, todavía no (risas). Todavía no me puse a pensar de acá a adelante. Ahora quiero tomarme un descanso después de una temporada durísima y en unos días empezaremos a evaluar que determinación se toma y que es lo que pretendo yo también, si continuar bajo este rodaje o ver por otras alternativas. Estoy muy tranquilo.

 

-¿Pero te gustaría seguir en Echagüe?

 

-Sí, sin dudas. Me siento muy cómodo, es mi ciudad, tengo a mi gente, hemos hecho un buen proceso, una buena campaña, y uno está bien trabajando acá y eso es importantísimo.

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