La clasificación para el Gran Premio de Bahréin confirmó un par de tendencias en la Fórmula 1. La primera es que Lewis Hamilton sigue estando por encima del resto: marcó su cuarta pole. La segunda es que su compañero de Mercedes, Nico Rosberg, no puede sostener lo que insinúa a la hora de los puntos. Y la tercera es que Ferrari se empieza a afianzar como la primera amenaza seria para los Flecha de Plata. Vettel largará la final desde la primera línea, apenas detrás de Hamilton.

Es decir, el orden de la largada refleja exactamente el del campeonato, liderado por Hamilton, seguido por Vettel y con la presencia de Rosberg en el tercer escalón. "El objetivo era dominar la pista y el coche, y lo hemos hecho", contó satisfecho Hamilton. "Me equivoqué en la estrategia. Estaba pensando mucho en la carrera y subestimé la velocidad de Sebastian (Vettel)", reconoció Rosberg.

Lo concreto es que Rosberg quedó lejos de responder en la pista luego de las acusaciones que gatilló contra Hamilton en el Gran Premio de China. Lo había señalado por frenarle el paso ante la amenaza de Vettel. Pero a la hora de los hechos no logró redimirse: no superó al campeón inglés y, para colmo, quedó por detrás de la Ferrari de Seb.

A todo esto, Vettel se ilusiona: "Es la primera vez que he podido dividir a los Mercedes en seco, estoy muy contento. Estoy muy contento con estar en la primera fila de la salida. En la carrera estaremos más cerca, veremos qué pasa", dijo.