Mundo Deportivo y Sport, los dos diarios catalanes más importantes, dedicaron tapas negras al Barcelona luego de la eliminación de la Champions League en manos de la Roma. El tema también fue portada de los periódicos madrileños Marca y As.

En el último año, el Barcelona gastó en total 331 millones de euros en el último año: 100 millones por Dembelé, que ayer jugó sólo 7 minutos. 150 por Coutinho, que no fue parte del plantel ya que no estaba habilitado por haber jugado la primer parte de la competencia con el Liverpool y 40 millones por Paulinho, que tampoco vio acción en el Olímpico de Roma. El único titular fue Nélson Semedo, el defensor portugués por el que los culés pagaron 30 millones, en julio pasado. Ni hablar de Yerry Mina, el colombiano que llegó por 11 millones, y no tiene minutos ni siquiera en La Liga.

Las críticas de la prensa ibérica están apuntadas mayormente al DT y la dirigencia. ¿Y los jugadores? Después de todo son los grandes responsables del destino de la institución dentro del campo de juego. Resulta difícil entender que no se carguen culpas sobre ellos.

Un claro ejemplo de bajo rendimiento fue Luis Suárez, que marcó un solo gol en toda esta edición de la Champions League. Y lo hizo frente a la Roma, en el 4-1 de la ida. Iniesta fue otro de los que demostró que no está para las grandes competencias y el partido de ayer podría haber sido el último en este torneo.

¿Y Messi? Simplemente no apareció. No fue determinante ni pudo salvar a su equipo como tantas veces hizo. Esta vez les tocaba a sus compañeros y no lo supieron proteger. Quedó expuesto nuevamente.

Ahora deberá pensar en el Mundial de Rusia, la competencia que le puede dar el cetro de rey absoluto en el fútbol. Pero para eso deberá preparase de la mejor manera y no fallar. Sus compañeros de la Selección argentina no son tan buenos como los del Barcelona. Y eso ya es mucho decir.