Mariano Werner, al volante de su Ford Mustang, vivió un fin de semana triunfal al conseguir su segundo triunfo de la temporada en el Turismo Carretera (TC). Este notable resultado no solo lo iguala como el piloto más ganador del año junto a Julián Santero, sino que también lo reposiciona en la lucha por la 17ª edición de la Copa de Oro RUS, donde busca retener su corona.
La carrera, que se llevó a cabo en el Autódromo de San Nicolás, tuvo un desenlace emocionante. Werner logró alcanzar la primera posición a poco más de una vuelta del final, gracias a la inesperada deserción de Lautaro de la Iglesia, quien había liderado la competencia con su Dodge Challenger desde el inicio. Este resultado marca el regreso de Werner al podio tras nueve carreras, colocándose como el nuevo escolta de Santero en la clasificación general.
El actual campeón del TC llegó al circuito con una desventaja de 38,5 puntos respecto al líder, pero tras su victoria, logró recortar esa diferencia a solo 6,5 puntos, con dos competencias restantes y 117,5 unidades en juego. “Hace 10 días me daban por muerto, por perdido. Esto demuestra que no hay que bajar los brazos”, comentó el piloto en una entrevista con SoloTC.
Una de las claves del éxito de Werner fue su actuación en la serie, donde logró superar a Agustín Canapino en la largada, lo que le permitió comenzar la final desde la primera fila. “Nos ayudó mucho la serie, esa linda maniobra con Agustín. Después en la Final nos potenciamos y luchamos contra un Challenger que estaba rápido”, explicó.
Werner calificó su auto como uno de los mejores de las últimas fechas, destacando su evolución: “En San Luis tuvimos un auto 7,5 puntos. En Paraná fuimos 8,5 y creo que acá en San Nicolás 9. Todos los conjuntos están cada vez mejor en cada carrera, y eso nos obliga a mejorar”, señaló.
El piloto, tres veces campeón del TC, sabía que esta carrera podría ser un punto de inflexión en su búsqueda por el título. “No podíamos perder el foco ni regalar puntos. Corrimos bien, fue un fin de semana impecable”, afirmó. A pesar de las dificultades, Werner se mostró optimista y confiado en su capacidad para competir en las próximas fechas.
“Ahora viene Toay, un circuito donde ganamos a principios de año. Pero había muy pocos modelos de los nuevos, no es parámetro. Tenemos que seguir trabajando, con la cabeza bien para adentro, sabiendo las cosas buenas y las no tan buenas que tenemos. Todas las carreras que vienen serán claves porque empiezan a jugar las presiones a favor o en contra”, concluyó, dejando en claro que está listo para el desafío que se avecina.
(Plaza Web)